Igor Goikolea ya está en Euskal Herria. Tras pasar dos días en manos de las autoridades israelíes, el brigadista vasco, detenido el pasado viernes en la localidad palestina de Al-Ma'sara, cerca de Belén, regresó ayer a Gasteiz. Sin embargo, lo acontecido este fin de semana quedará grabado en su memoria, ya que, durante las 60 horas que duró su arresto, tuvo que soportar, atado y con los ojos tapados, soportar las condiciones impuestas por las fuerzas de seguridad sionistas.

En un carta, leída por una joven ante las personas congregadas en la plaza de la Virgen Blanca de Gasteiz, concentradas para mostrar su solidaridad con el pueblo palestino y denunciar la actuación de las autoridades israelíes, Igor Goikolea reconoció que «han sido días duros. Incomunicado, aislado, con los ojos cerrados, y con las manos y las piernas atadas con cadenas».

Una dura experiencia que no ha acobardado ni doblegado al joven brigadista, que prefiere avanzar en lugar de mirar hacia atrás. «Ahora, en vez de mirar hacia atrás, tenemos que mirar hacia delante y avanzar», subrayó en su misiva después de agradecer las muestras de apoyo recibidas desde todos los rincones de Euskal Herria.

«Nuestra influencia en Palestina es mucho mayor de lo que pensamos. Por eso saldremos a la calle, utilizaremos el boicot y pondremos en práctica la desobediencia. Porque solo así conseguiremos que los sueños -en alusión a la creación de un Estado palestino- se hagan realidad», concluyó, no sin antes recordar a los tres brigadistas que todavía siguen en Palestina.

En un comunicado posterior, Askapena denunció la detención del brigadista vasco, y recordó a los otros tres detenidos junto a él: un joven italiano y dos ciudadanos palestinos. Estos últimos, tal como advirtió el movimiento internacionalista, han caído en manos de unos militares que actúan «con total impunidad».

En cuanto a la expulsión de Goikolea, Askapena señaló que no es la primera vez que echan a brigadistas vascos de un país. «En los años que hemos organizado brigadas a Palestina, Israel ha echado a muchos brigadistas, y en algunos casos se les ha impedido ir. De todos modos, tenemos claro que seguiremos construyendo puentes con el pueblo palestino», manifestó.

Necesita descansar

La lectura de la carta y del escueto comunicado cerró una concentración que comenzó a las ocho de la tarde, cuando Alaitz Amundarain, de Askapena, describió ante los medios de comunicación los pormenores de lo ocurrido y mostró su apoyo a la familia de Igor Goikolea, que no estuvo presente en la cita. «Él ya está en Euskal Herria y está bien, pero ha llegado muy cansado y nos ha dicho que quiere descansar algún día», señaló.

Asimismo, realizó una mención especial en recuerdo del brigadista italiano y de los dos ciudadanos palestinos detenidos. Cabe señalar que hace tan sólo una semana, el Ejército israelí también detuvo a un joven italiano y a otro francés.