La bielorrusa Victoria Azarenka, cabeza de serie número dos, se proclamó ayer nueva campeona del torneo Masters 1000 de Cincinnati de pista dura al vencer en la final por 2-6, 6-2 y 7-6 (8-6) a la estadounidense Serena Williams, primera favorita, que sigue sin tener uno de los pocos títulos individuales que no ha conseguido como profesional.

La victoria fue la tercera que consigue Azarenka en los 15 duelos que ha mantenido con Williams, pero es la segunda que logra esta temporada en tres enfrentamientos después de vencer también en la final de Doha (7-6 (8-6) 2-6 y 6-3) y perder la de Roma (6-1 y 6-3).

Como ha sucedido durante todo el torneo Azarenka, segunda clasificada del mundo, no jugó su mejor tenis en el primer set, que lo perdió, pero en el segundo se encontró con sus mejores golpes desde el fondo de la pista y aseguró su saque para comenzar a dominar a Williams, que también sufrió de irregularidades en su juego.