REPRESIÓN EN EGIPTO
Occidente asume «años o décadas» de agitación en Oriente Próximo
Occidente admite que la actual crisis política y la ola de violencia desatada por el golpe de Estado contra el presidente Mohamed Morsi augura un largo tiempo de turbulencias en toda la región de Oriente Próximo, asegurando que su capacidad de intervenir en Egipto es «limitada», mientras Israel y la OLP defienden la actuación del Ejército, que aleja la reconciliación interpalestina.
GARA | EL CAIRO
Dos días antes de la reunión extraordinaria que mantendrán los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) para analizar la situación de Egipto y consensuar una respuesta común, el jefe de la diplomacia británica, William Hague, advirtió ayer de que podrían pasar «años o quizás décadas» de agitación política en Oriente Medio a consecuencia de los actuales enfrentamientos en el país africano, originados por el derrocamiento del islamista Mohamed Morsi, el primer presidente democráticamente elegido.
En declaraciones a BBC Radio 4, el jefe del Foreign Office se refirió a esta última espiral de violencia para señalar que la influencia de los países occidentales a la hora de intervenir para resolver la crisis podría ser «limitada», ya que «es un país independiente y podrían pasar años de turbulencia en Egipto y en otros países que están atravesando este debate profundo sobre la naturaleza de la democracia y el papel de la religión en su sociedad».
En iguales términos se expresó el secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel, quien aseguró que la influencia de Washington en Egipto es «limitada», aunque insistió en que tienen tratos con todas las partes para lograr «el fin de la violencia». Indicó que la influencia de EEUU debe usarse como parte de «un esfuerzo de colaboración centrado en lo que el pueblo egipcio quiere», eludiendo pronunciarse sobre la posibilidad de que EEUU cancele la ayuda militar, que es de 1.300 millones de dólares anuales.
El domingo, varios senadores estadounidenses, incluyendo el republicano John McCain, pidieron a EEUU que retire esa ayuda tras la masacre de la sangrienta represión de la pasada semana.
La UE, por su parte, mantiene su convicción de que Egipto debe dar con una «solución política», pero celebrará mañana en Bruselas una reunión de ministros de Exteriores para examinar «posibles medidas». Los Veintiocho han encargado a la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, un documento con las medidas que la UE tiene a su disposición para responder a la situación. Entre ellas figura la posibilidad de un embargo a la venta de armas al país, aunque no parece que vaya a salir adelante.
Además, varios países europeos han planteado la suspensión de las ayudas económicas que Bruselas ofrece a Egipto -en noviembre se anunció un paquete de más de 5.000 millones-, y cuya mayor parte se encuentra paralizada desde hace meses. Sin embargo, otros estados se mostraron contrarios a esa opción por considerar, en este caso sí, que se castigaría a la población.
«No hay alternativa»
Ante las declaraciones de los últimos días de responsables de la UE sobre la crisis de Egipto, que han incluido tibias críticas al nuevo régimen, el jefe de la diplomacia saudí, el príncipe Saud al-Faisal, aseguró que los países árabes e islámicos ayudarán a Egipto si fuera necesario para compensar una eventual suspensión de la ayuda de los estados occidentales. Recordó que Riad ya anunció una ayuda de 5.000 millones de dólares tras el golpe de Estado y mantendrá su compromiso para «lograr seguridad y estabilidad».
Golpe en el Sinaí
Las principales ciudades egipcias vivieron ayer una jornada de relativa calma en comparación con los días precedentes, en los que los muertos los pusieron los islamistas. Ayer, el golpe lo recibió la Policía en el Sinaí, donde en tres acciones diferentes murieron 27 policías, entre ellos el general Ahmed Galal, abatido por las balas de un francotirador en Al-Arish.
Veinticuatro agentes fallecieron cuando un grupo de seis hombres armados disparó proyectiles de mortero contra dos microbuses que se desplazaban por la carretera que une Rafah con Al-Arish y tras obligar a sus ocupantes a descender, les tirotearon, informó Efe.
En otro incidente, también en Al-Arish, un agente falleció durante el ataque de un grupo armado a una entidad bancaria y a la sede de la Fiscalía Militar.
Desde el golpe de Estado que derrocó a Morsi son 73 los miembros de las fuerzas de seguridad fallecidos en el Sinaí.
El expresidente egipcio Hosni Mubarak deberá seguir en prisión por una causa abierta contra él por la muerte de manifestantes a pesar de que el Tribunal Penal del norte de El Cairo ordenó ayer su libertad provisional por un caso de corrupción, al haber expirado el plazo de detención preventiva en ese caso. La decisión avivaron la llama prendida en Egipto y acentuaron la división, ya que coincidió con la decisión de la Fiscalía de prorrogar la detención preventiva de Mohamed Morsi, y de 360 líderes de los Hermanos Musulmanes, en base a nuevos cargos.
La Corte remitió la causa a la Fiscalía para que prosiga las investigaciones e incluya a otras cuatro personas, acusadas de ayudar a Mubarak y a sus hijos, Alaa y Gamal -cuyo arresto prorrogó-, a desviar dinero público para construir y reformar varias mansiones de su propiedad en El Cairo, junto al Mar Rojo y en el Mediterráneo entre 2002 y 2011.
Mubarak, de 85 años, todavía tiene que afrontar un nuevo juicio por complicidad en la muerte de manifestantes durante las protestas que acabaron con su caída en febrero de 2011. GARA
La Fiscalía ordenó ayer la detención preventiva de Mohamed Morsi en un nuevo caso, en el que se le acusa de participar en la muerte, detención y tortura de ciudadanos, y en la difusión de falsas informaciones para influir en la investigación, en relación a los disturbios de diciembre frente al palacio presidencial.
El Gobierno suspenderá inmediatamente de sus funciones a cualquier imán que «utilice las mezquitas para incitar contra el Ejército, la Policía o instituciones del Estado». La medida pretende evitar que los imanes afines a los Hermanos Musulmanes sigan en sus puestos y alienten durante el rezo a rechazar la represión.
Los Hermanos Musulmanes responsabilizaron ayer al Ministerio egipcio de Interior de la muerte de 36 de sus seguidores y le acusaron de haber ejecutado, mientras siguen sin estar claras las circunstancias de estas muertes, ocurridas en el interior del furgón policial que trasladaba a prisión a este grupo de islamistas detenidos.
Interior indicó que murieron por hacinamiento e inhalación de gases, pero no dio más detalles. La Fiscalía aseguró que fallecieron durante el traslado por asfixia debido a la inhalación de los gases lacrimógenos empleados por las fuerzas de seguridad al desatarse un «motín» cuando entraban en la prisión de Abu Zabal.
Los Hermanos Musulmanes, que convocaron protestas ayer por la tarde, negaron la muerte por asfixia y acusaron a la Policía de haber torturado a los detenidos y haberles prendido fuego para borrar las señales. Denunciaron que las autoridades se niegan a entregar los cadáveres hasta que sus familias reconozcan que murieron por asfixia y alertaron de que planean hacer lo mismo con los 400 dirigentes detenidos en los últimos tres días. GARA