Poco o nada ha cambiado el parón estival el discurrir del Mundial de Fórmula 1. Sebastian Vettel y Red Bull terminaron la primera parte de la temporada con una superioridad insultante y el piloto alemán sigue mostrándose inalcanzable para el resto de pilotos una vez superado el ecuador del Mundial.

Fernando Alonso volvió a protagonizar una espectacular remontada que lo llevó de la novena plaza de salida al segundo escalón del podio final, pero el asturiano de Ferrari no fue capaz ni siquiera de inquietar a Vettel, que marchó por delante como si la suya fuera una carrera ajena a la del resto de pilotos.

A sus rivales no les queda ya más que esperar que cualquier imprevisto tuerza la marcha de Vettel, pero ayer la lluvia no apareció en el circuito de Spa-Francorchamps y, sin nada que enloqueciera la carrera, el guión preestablecido del equipo Red Bull tenía todas las de ganar: salida fulgurante, pasada de frenada del poseedor de la pole, el británico Lewis Hamilton (Mercedes), y monólogo en cabeza de Vettel, que sumó su quinta victoria de la temporada, la trigésimo primera de su carrera.

Por detrás, Alonso protagonizó una espectacular salida desde la novena plaza hasta situarse en la quinta, gracias a la pobre salida de los dos Lotus, el francés Romain Grosjean y el finlandés Kimi Raikkonen.

A continuación, la carrera no registró incidencias mayores que originaran que un coche de seguridad frenara el tremendo ritmo de carrera de Vettel, que parecía ir regulando sus diferencias con extrema facilidad, y tampoco apareció la lluvia prevista por los pronósticos.

Extrema comodidad

Poco tardó el líder en dejar casi tres segundos de diferencia con sus perseguidores, mientras Alonso se colocaba delante de Mark Webber (Red Bull), adelantando en el quinto giro al inglés Jenson Button (McLaren) y utilizando el DRS en una recta para superar al alemán Nico Rosberg (Mercedes) y situarse tercero.

El mayor peligro de las primeras vueltas fueron los frenos del finlandés Kimi Raikkonen, sobrecalentados desde casi la salida, que soltaban una aparatosa humareda negra, pese a lo cual el finlandés continuó en carrera, mientras ya los primeros pilotos pasaban por talleres cuando se cumplían los primeros diez giros de la prueba.

Con los favoritos fuera de carrera, el tricampeón mundial Sebastian Vettel (Red Bull) fue el último en entrar a la zona de pit lane, mientras que Alonso, ya con un nuevo juego de neumáticos, pasó a Hamilton y realizó una espectacular maniobra para cerrarle el adelantamiento. La parada de Jenson Button le puso segundo, aunque a 7 segundos de Vettel, que iba haciendo vueltas rápidas una tras otra.

Lo que comenzó mal para Raikkonen, con los problemas en su disco de freno, terminó en la vuelta 26 con el abandono del finlandés después de hacer un «recto» en un intento de adelantamiento a Massa en el que Iceman se dio cuenta de que los frenos no le respondían convenientemente y decidió terminar la maniobra directamente en los talleres. Por delante, Vettel siguió aumentando sus rentas y tampoco Alonso temió por la segunda plaza.