Al menos cinco personas murieron la madrugada de ayer al descarrilar el tren de carga conocido como «La Bestia», utilizado por migrantes centroamericanos para cruzar ilegalmente el países camino a EEUU, en una zona de difícil acceso de la región de La Tembladera, del municipio de Huimanguillo, Tabasco. Según informaron algunos diarios locales, el accidente ocurrió a las 03.00 de la madrugada debido al exceso de velocidad y la lluvia.

Pese a que el Gobierno cifró la cifra de víctimas mortales a cinco, la prensa local insistió en que los fallecidos son más de 50 y los heridos son más de 200, al menos dieciséis de ellos de gravedad, pero ese balance no pudo ser confirmado.

El ferrocarril «llevaba principalmente chatarra, pero indiscutiblemente había muchos (migrantes) que iban en este tren (...) posiblemente tengamos más fallecidos», precisó el coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente.

En tanto, autoridades locales informaron que aún se encoentraban varias personas atrapadas en el interior de los vagones del convoy.

Un portavoz de Protección Civil de Huimanguillo dijo que se estima que a bordo viajaban unos 300 migrantes «sin papeles».

Tabasco es un estado fronterizo con Guatemala y punto de ingreso diario de entre 300 y 400 migrantes centroamericanos que llegan a México con el objetivo de lograr cruzar a Estados Unidos.

«La Bestia» es el nombre que los migrantes dan a los trenes de carga que parten del sur de México hacia el norte, debido a los peligros que encuentran tanto al subirse a ellos -muchos de ellos han perdido alguna de sus extremidades debido a las caídas- como a bordo.

Estas personas se montan al tren en marcha y viajan todo el recorrido sobre el techo de los vagones, donde además deben hacer frente a las extorsiones de grupos criminales e, incluso, a veces de las autoridades.

Las estaciones donde se agrupan los migrantes para subir a «La Bestia» se han convertido en zonas de riesgo para ellos, que son víctimas de diversos delitos, entre ellos el reclutamiento por parte de grupos del crimen organizado.