El exdirigente chino Bo Xilai calificó ayer de «vil mentiroso» y de «personalidad abominable» a su antiguo «número dos» y jefe de Policía, Wang Lijun, responsable de su caída en desgracia, en el cuarto día de su juicio por malversación, abuso de poder y aceptación de sobornos.

El testimonio de Wang, quien compareció el sábado, está «lleno de mentiras y de fraude», según Bo, que aseguró que su exlugarteniente «tiene una personalidad extraordinariamente abominable, se inventó rumores».

«Está por debajo de la credibilidad legal presentar a una persona así como testigo clave. Mintió durante todo su propio juicio y su testimonio no tiene ninguna validez», afirmó el ex secretario general del PCCh en Chongqing.

Wang precipitó la caída en desgracia de Bo, que hasta entonces ambicionaba llegar a los máximos órganos de poder en el país, cuando en febrero de 2012 intentó pedir asilo en el consulado estadounidense de Chengdu. Allí, el entonces jefe de Policía de Chongqing reveló que la muerte en noviembre de 2011 de un empresario británico Neil Heywood en esa ciudad no se había debido a un exceso de bebida, como se creía hasta entonces, sino que había sido obra de la esposa de Bo, Gu Kailai.

Las acusaciones contra Bo de abuso de poder denuncian que el exdirigente encubrió a su esposa en ese escándalo.

Wang, que cumple quince años de prisión por su implicación, indicó el sábado que en enero reveló a Bo el papel de Gu en la muerte de Heywood, y Bo, furioso, le dio un puñetazo. Bo puso ese detalle como ejemplo de las supuestas calumnias al señalar que fue una bofetada y no un puñetazo. También aseguró que no destituyó a su jefe de Policía, sino que le asignó otro puesto.