El presidente del Athletic Josu Urrutia confirmó ayer la oferta del Manchester United por Ander Herrera. El club reiteró una postura más que conocida -muy criticada hace 12 meses fuera de Bilbo pero que ahora todos intentan imitar con mayor o menor éxito- al remitirse a la cláusula y negarse a valorar la propuesta. El futbolista, según desveló ETB, no se ha dirigido a Ibaigane para pedir su marcha.

Cuando apenas restan unos días para que finalice el mercado de fichajes, el Athletic vuelve a encontrarse envuelto en una situación similar a la de hace un año. Sin embargo, existen notables diferencias de percepción respecto a lo ocurrido entonces. Por un lado, el club ha emprendido un nuevo proyecto deportivo con Ernesto Valverde, se han sumado un buen número de incorporaciones y el equipo ha conseguido ganar los dos primeros partidos. Y más allá de eso, se ha pasado ya la dura resaca por la derrota en las dos finales, la tormenta ocasionada por los retrasos de las obras de Lezama y se ha masticado con bastante indiferencia la marcha de Javi Martínez, Fernando Llorente y Fernando Amorebieta.

Se podría decir que las y los hinchas del Athletic han abandonado la edad de la inocencia. Tras el fin del derecho de retención y la llegada de la Ley Bosman, el paso del tiempo ha otorgado mayor valor al compromiso de jugadores de Guerrero o Etxeberria con el club. No cabe duda de que estuvieron muy bien remunerados durante su estancia en Lezama, pero los futbolistas que han abandonado recientemente el club no lo han hecho precisamente con su cuenta corriente en números rojos. De hecho, se han tenido que ir a equipos de fuera de la Liga para poder alcanzar salarios más altos o similares a los que tenían en Bilbo.

Cabe poner sobre la mesa también la decisión de futbolistas como Susaeta e Iturraspe, que deberían convertirse en referencia, de seguir en el club y acordar rápidamente sus renovaciones. En el caso del de Abadiño, al que algunos buscan competidores que no le descabalgan del once, con dos importantes ofertas en el verano de 2012.

Así las cosas, a expensas de lo que ocurra con Herrera, es evidente que el Athletic es mejor con Ander que sin él. Habrá que esperar si el jugador decide liderar el proyecto deportivo en la entidad en la que debido a su política la iconografía tiene una importancia vital o firma por el Manchester. Ahí está el reto, ser la referencia de un equipo con identidad propia o ser uno más en un enorme transatlántico. Si se va, esperemos que no, la sociología rojiblanca ya está curada de espanto y no se generará la desazón del año pasado, pero es mejor que se quede en este nuevo e interesante proyecto.

Ahora bien, en caso de que se vaya, el Athletic tendría que pensar en repescar a Ruiz de Galarreta -compensando al Mirandés con jugadores de Lezama- y abordar el mercado. Así, Valverde podrá tener su puzzle completo, incluyendo el jugador de banda izquierda que parece faltarle. De lo contrario, más que encantados de que Herrera siga en Bilbo y el jugador de banda sea fabricado en Lezama.