Maite Soroa | msoroa@gara.net
Discos (y caras) duros
La prensa de la derechona destacaba ayer, como todos los medios, la destrucción de los discos duros de Bárcenas, y mostraba su disparidad de criterios, es decir, de afinidades.
«El Mundo», que titulaba «El PP eliminó datos `relevantes' de 2 ordenadores de Bárcenas», también destacaba que los discos duros fueron destruidos «en abril, cuando el ex tesorero estaba incurso en dos causas en la Audiencia Nacional». Y, por si no estaba claro que Rajoy no le cae bien, en su editorial, titulado «¿Sólo destrucción de discos duros o también de pruebas?», decía: «como mínimo, el PP debería informar al juez del contenido de los discos y de quién cotejó que guardaban datos personales. Y tendría que haber conservado una copia para que éste lo pudiera comprobar». Y tras recordar que los discos duros fueron destruidos cuando «el juez Ruz ya se había hecho con la investigación de la contabilidad B del PP (...) y el propio partido había solicitado personarse en esa causa como acusación», preguntaba: «¿Cómo es posible que el PP quisiera borrar datos que le podían serir como pruebas de la deslealtad de Bárcenas con el partido y de su conducta delictiva?». Seguro que Carlos Floriano ya tiene alguna respuesta.
«Abc» le echaba casi tanto morro como el propio PP y en su editorial afirmaba que «Para los populares, el caso Bárcenas ha de ser la oportunidad para convertirse en un ejemplo de transparencia absoluta». Eso, la que está demostrando en torno al marrón de Bárcenas.
Y «La Razón» nos explicaba el malentendido: «Barcenas declaró que se llevó el pasado octubre uno de los discos duros que solicita el juez». Todo aclarado. Tambien informaba de que «El PP borró los discos duros», pero porque no tenía otro remedio, claro: «como obliga la Ley de Protección de Datos». Qué bien, un partido que ante todo respeta la ley, como le gusta a «La Razón». Lo que ocurre es que la Ley de Protección de datos impide el borrado de cualquier información que pudiera ser útil para una investigación en curso, como es el caso. En un puntazo editorial, el mismo diario aseguraba que «los dos ordenadores que fueron de Bárcenas y que el PP ha puesto a disposición del juez no contenían datos incriminatorios contra Rajoy». Y explicaba que formatear los discos duros es «algo muy corriente en cualquier empresa. Salvo para las mentes conspiratorias, cuyo sectarismo les nubla la vista y les tuerce el criterio». Qué gente tan mal pensada, y sectaria, existe. Pues nada, a otra cosa.