A pesar del apretado sprint entre el ganador, Zdenek Stybar, y Philippe Gilbert, que se decidió por milímetros, el protagonismo se lo llevaron los finales peligrosos. Las rotondas de los últimos metros y la cercanía del público al pelotón son factores de riesgo en los últimos kilómetros y ayer volvieron a encender los ánimos de algunos corredores, que hablaron incluso de considerar «un plante».

Joaquim Purito Rodríguez (Katusha) montó en cólera nada más acabar la séptima etapa. «La llegada ha sido vergonzosa. No se puede meter un final así. Claro que algunos estamos enfadados. Se juega con la supervivencia de todos. Esto no puede ser así. Hasta que decidamos parar y se acabe el espectáculo. Lo hemos estado hablando durante la etapa, ha sido una etapa de supervivencia. A ver si los periodistas explicáis cómo ha sido el final de etapa», dijo indignado el jefe de filas del Katusha.

Samuel Sánchez (Euskaltel) también dio su opinión sobre la llegada a Mairena del Aljarafe. «Hay que pensar en la seguridad. La gente estaba muy cerca de los corredores y si alguno saca una mano te puede tirar y matarte. No sé si es para hablar de hacer un plante, pero sí para plantear el asunto», señaló el campeón olímpico en Beijing.

Otro punto de vista al respecto lo aportó Iván Gutiérrez (Movistar). El ciclista cántabro no se mostró sorprendido por un final que no tuvo muchos aspectos que le llamaran la atención. «Hablar de plante es sacar los pies del tiesto. Purito tiene razón en plantear una cuestión de seguridad, pero somos profesionales y acelerar o frenar depende de nosotros. Ivan Basso habló al principio de la etapa, y quería poner a los favoritos detrás en los kilómetros finales, pero eso es inviable», explicó.

Además, Gutiérrez señaló que «hay llegadas peores en otras carreras y no nos quejamos. La Vuelta no es el lugar para estos debates», zanjó el corredor.

Stybar, motivado para ganar

Debates a un lado, el ganador de la etapa, Zdenek Stybar, que atacó a ocho kilómetros para la línea de meta (junto a Philippe Gilbert), aseguró en rueda de prensa que la fuga del jueves de Tony Martin motivó y dio fuerza a todo el equipo. «Ha sido una victoria muy bonita para mí y para el equipo después de lo que nos pasó ayer y con lo cerca que estuvo Tony Martin de ganar. Lo de ayer nos dio mucha moral, nos abrazamos todos al final, y no hemos tenido que esperar demasiado para que llegase una victoria», aseguró.

Asimismo, el corredor checo precisó que «la verdad es que tenía dudas por si me habría recuperado del esfuerzo del Eneco Tour, donde gané dos etapas. El director nos dijo que los últimos kilómetros de hoy eran muy técnicos así que hablamos de que si había ataques al final había que estar atentos».