Igor Otxoa, director de proyectos; Fernando Bernués, director artístico y Santiago Eraso, consejero cultural de Donostia 2016 y uno de los «padres» del proyecto por el que Europa decidió nombrar a la capital guipuzcoana en 2011 como una de las dos Capitales Europeas de la Cultura 2016, quisieron salir ayer al paso de las informaciones, críticas políticas y filtraciones varias que se han producido durante estos meses en torno a la capitalidad. Unas críticas que están poniendo día sí y día no a Donostia 2016 en el ojo del huracán, de las que las más recientes radican en la filtración del informe del jurado internacional, que expresaba «serios motivos de preocupación» por la marcha del proyecto, del que criticó su falta de liderazgo, los retrasos y la injerencia política, entre otras cuestiones. Unas acusaciones que impulsaron al actual equipo de dirección cultural a salir ante la opinión pública a explicar que «no ha existido injerencia política alguna en el contenido artístico y cultural» del proyecto, así como a recordar que «el proyecto sobre el que se trabaja actualmente es el mismo con el que San Sebastián ganó el título de Capitalidad Europea de la Cultura».

Sin injerencias políticas

En vísperas de que se produzcan las nuevas incorporaciones en el equipo de dirección de la Oficina de Donostia 2016, lo que supone el inicio dijeron de un «nuevo ciclo, estratégico e ilusionante», Otxoa, Bernués y Eraso quisieron contextualizar el informe -de hecho, apuntaron que es algo habitual que se haga hincapié en los extremos negativos a arreglar, y que, en en el caso de Donostia, la mayoría ya estarían subsanados- y negaron que «nunca -ni ahora ni antes, recalcó Eraso- ha habido injerencia política alguna en el proyecto cultural, tanto en su conceptualización como en su desarrollo y ejecución».

Ataviado por casualidad, como reconoció con humor, con la misma camisa «horrorosa» que llevaba en Madrid el día en el que el jurado europeo eligió a Donostia junto a la ciudad polaca de Wroclaw -por cierto, allí también hubo polémica con Córdoba-, Santi Eraso reiteró que el proyecto que se concibió entonces sigue siendo el mismo, pese a que la reducción de su presupuesto a la mitad este año ha impedido la puesta en marcha de actividades, como las «dinámicas transversales». Eraso llamó a que «veamos la botella medio llena y no medio vacía» y no, como ahora, que sienten «que recibimos jarros de agua fría cada veinte días».

«Es precisamente ahora cuando necesitamos, más que nunca, que se restaure el consenso y se recupere el apoyo de representantes institucionales, agentes sociales, culturales y mediáticos del territorio para que, a pesar de las discrepancias, siempre necesarias y enriquecedoras, continuar con el trabajo realizado hasta el momento y acelerar su implementación», apuntaron los tres directores.

En cuanto a la polémica en torno a la designación de la directora general, Itziar Nogeras, a quien el alcalde ofreció el puesto antes de que se abriera el concurso público, Bernués no quiso a entrar a ello, aunque recordó que es la única integrante del proyecto que ha superado un concurso público.