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PNV y PSE ultiman un pacto fiscal a dos bandas que deberán aprobar las juntas

PNV y PSE han dado ya contenido a un pacto fiscal para armonizar el sistema tributario en el ámbito de la CAV, aunque ahora tendrán que asegurarse el apoyo del resto de fuerzas ya que dicho acuerdo debe ser refrendado por las juntas generales de cada territorio, con diferentes mayorías políticas. El PP ya quiere sumarse al mismo, y EH Bildu espera que los jelkides comiencen a moverse hacia una senda ya abierta en Gipuzkoa, aunque no lo ve fácil.

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Joseba SALBADOR | DONOSTIA

Durante esta última semana, tanto los dirigentes del PNV como del PSE han dado por hecho el pacto fiscal al señalar que podría cerrarse «perfectamente» a mediados de este mes de setiembre, con el fin de que las Juntas Generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa aprueben el texto articulado antes de fin de año. El propio presidente del EBB, Andoni Ortuzar, señalaba que solo falta la «txanpa» final.

La portavoz del PSE, Idoia Mendia, dio a conocer el pasado jueves algunos detalles, como el referido al Impuesto de Sociedades, que el PNV ha tratado siempre de no tocar. Según indicó, se pretende que las empresas tributen siempre por encima de un tipo mínimo, ya que las numerosas deducciones, bonificaciones y exenciones les permiten pagar lo mínimo.

Se trata de un planteamiento ya defendido por la Diputación de Gipuzkoa y que, eso sí, favorece a las empresas que mantienen y crean empleo, un aspecto que el PSE quiere mantener. Según detalló Mendia, se pretende establecer un «trato diferenciado» entre las empresas que inviertan en trabajadores y futuro, y las que destinen sus beneficios a repartir dividendos.

En lo referente al impuesto sobre la renta, la portavoz del PSE señaló que su propuesta tratará de no «castigar a los de siempre, a los de la franja media con nómina». Esto supondría un acercamiento del PNV al sistema instaurado en Gipuzkoa, ya que acepta el establecimiento de nuevos tramos para las rentas más altas.

Cuestiones pendientes

Al margen de estos aspectos, en los que el PNV estaría dispuesto a modificar su tradicional inmovilismo, existen otros puntos en los que el PSE aún no ha terminado de convencer a los jelkides, como son los referidos al papel que jugará el Parlamento de Gasteiz y al intercambio de datos para atajar el fraude.

La primera de estas cuestiones es la que más problemas puede generar porque, para satisfacer a ambas partes, se tiene que conciliar una fórmula que dé al Parlamento un papel esencial en materia fiscal -que reclama el PSE-, pero que, a la vez, no menoscabe el de las Juntas Generales de los tres territorios -tal como quieren los jelkides-.

El portavoz del PNV en el Parlamento, Joseba Egibar, dejaba claro el pasado miércoles que el papel de la Cámara se limita a su capacidad de «armonizar» los impuestos en el caso de no ser coherentes en los tres territorios. Defendió también la competencia de las Juntas para regular «las concreciones» de unas normas sobre las que, si están armonizadas, «el Parlamento no tiene nada que decir».

Según algunas fuentes, esta cuestión estaría ya solucionada mediante una fórmula intermedia que pasa por la convocatoria de un pleno en el Parlamento para aprobar la reforma pactada por ambos partidos, un trámite que se convocaría de urgencia la última semana de setiembre.

Resto de partidos

Egibar justificó las reuniones a dos bandas llevadas a cabo entre PNV y PSE señalando que, una vez cerrado el pacto, se lo mostrarán al resto de partidos para tratar de llegar a acuerdos. Y es que ambos partidos precisan del respaldo de PP y de EH Bildu para poder modificar las normas tributarias en los tres territorios, donde existen mayorías políticas diferentes.

El PP ya ha mostrado su disposición a sumarse al acuerdo. Su portavoz, Leopoldo Barreda, insistía recientemente en lograr un pacto a tres, «cuanto antes, mejor», dejando fuera a EH Bildu, pese a que muchos de los planteamientos efectuados por el PSE van en la línea de las modificaciones introducidas en Gipuzkoa. Barreda defendía la presencia de su partido en este pacto frente a otros acuerdos alcanzados anteriormente entre PNV y PSOE que «han agravado la crisis».

Por tanto, la implicación del PP parece segura, aunque sea, como señalaba el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, por su «enorme vértigo» a quedarse fuera.

UPyD, por su parte, ha mostrado su temor a que el pacto se concrete en unos «mínimos cambios» que no sirvan más que para «fortalecer la entente entre ambos partidos».

Este próximo martes se volverán a reunir PNV y PSE para tratar de cerrar definitivamente el pacto.

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Egibar justifica las reuniones a dos bandas señalando que, una vez cerrado el pacto, se lo mostrarán al resto de partidos para tratar de llegar a acuerdos. PNV y PSE precisan del apoyo del PP y de EH Bildu para poder modificar las normas tributarias en los tres territorios.

«MUY SIMILARES»

El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, afirma que que «una gran parte de los impuestos de los que se ha ido hablando y de las fórmulas que se han ido concretando» entre su partido y PNV «son muy similares a los que han firmado el PSE y Bildu en Gipuzkoa».

EH Bildu, a la espera de conocer los detalles

EH Bildu está a la espera de conocer los detalles del acuerdo que alcancen el PNV y el PSE. En cualquier caso, fuentes parlamentarias valoraron a este diario el cambio de discurso en cuestiones que hasta ahora «eran tabú» y añadieron que los jelkides tienen ahora la oportunidad de comenzar a moverse hacia posiciones más progresistas y equitativas.

No obstante, la coalición no oculta su escepticismo ante los resultados concretos de dichas conversaciones, debido a la tradicional oposición de este partido a gravar los sectores con mayor capacidad económica.

Además, EH Bildu, que no ha sido convocada a ninguna reunión tras el encuentro que mantuvo con el PNV el 5 de junio, muestra su preocupación por el hecho de que no se hayan dado a conocer los detalles, lo que podría tratarse de «un intento de cerrar en falso el debate».

EH Bildu reitera que es necesario abordar una reforma fiscal «en profundidad» y con medidas que no se presenten solo como transitorias para la actual situación de crisis, sino que tengan vocación de permanencia para el progreso de la sociedad y el mantenimiento de unos servicios sociales básicos. «Si las modificaciones van en ese sentido, serán bienvenidas y nosotros estamos dispuestos a estudiarlo», subraya la coalición. J.S.

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