El Alavés viajó a Córdoba buscando su primera victoria de la temporada. Con el optimismo que generó su buena actuación frente al Las Palmas, que bien pudo haberse saldado con los tres puntos, aunque también con las orejas tiesas por el inicio liguero que está protagonizando el Córdoba.

Dos goles han permitido al conjunto verdiblanco firmar el pleno en las dos primeras semanas. Y eso incluye su visita a Riazor, donde el pasado sábado protagonizó una de las noticias de la jornada al derrotar al, en teoría, gran candidato al ascenso. Pero de momento no hay quien marque al Córdoba, lo que le permite rentabilizar al máximo su puntería y le convierte en un anfitrión poco deseable. Pese a todo, el objetivo albiazul no varía en un partido en el que se prestará especial atención a las acciones a balón parado. No solo por la pericia de la escuadra andaluza o porque el gol del Las Palmas llegó también así, sino porque «es una de las características de la categoría -explica Natxo González-. Ves vídeos de los partidos y el tanto por ciento de goles a balón parado es increíble porque hay muy buenos lanzadores. Hay que esforzarse en que algún despiste en esas jugadas no nos haga perder puntos».

El entrenador gasteiztarra viajó a Córdoba con todo lo disponible, lo que supone el estreno en la convocatoria de Nano, una vez superada su lesión, y Jiri Jarosik, que arribaba a Gasteiz esta misma semana, aunque en principio ninguno de los dos estará en once que se prevé idéntico al que jugó de inicio el pasado sábado en Mendizorrotza.

González se refirió precisamente a las últimas incorporaciones de su equipo -Jarosik y Toti-, para destacar la «gran trayectoria y experiencia» del primero. «Somos un equipo que necesita esa dosis de experiencia», reconoció. En lo que respecta al extremo salmantino, aseguró que es «un buen jugador, que nos va a aportar mucho en ambas bandas». Los dos completan una plantilla que tiene «muy satisfecho» al técnico albiazul. «Es un equipo bonito, competitivo y con mucha ilusión», subrayó.