Las bolsas europeas están atrapadas entre dos realidades. De un lado los datos macroeconómicos, que siguen aportando combustible para las subidas a ambos lados del Atlántico; y de otro, el inminente ataque de Estados Unidos a Siria, cada vez más cercano tras la luz verde del Senado y la oposición matizada de Rusia a la intervención. Y es que en Europa la economía podría estar empezando a despertar, de acuerdo a los datos del PIB del segundo trimestre. En ese periodo, el conjunto de la eurozona salía de la recesión. Ahora bien, siete de los diecisiete estados, el español entre ellos, todavía mantienen un decrecimiento, aunque los expertos esperan una mejoría para el resto del año. En Estados Unidos, pese al aumento del déficit comercial de julio, se va consolidando el camino hacia su recuperación. Por lo tanto, el dato de desempleo de mañana podría terminar por inclinar la balanza a favor de la retirada de los estímulos por parte de la Reserva Federal. Así las cosas, los índices europeos se están moviendo entre dos aguas y sus gráficas diarias parecen corroborarlo. El Ibex, tras marcar mínimos de la jornada al mediodía, lograba ganar después hasta un 0,53%, y hoy saldrá con 8.490,30 puntos. Las subidas en el resto de Europa eran todavía más desconfiadas frente a lo que se avecina. Fráncfort arañó un 0,19%, París, un 0,16%, y Londres, un 0,10%. En el Ibex, los más fuertes fueron Bankinter (+2,15%) e Inditex (+1,60%), mientras que Acciona (-1,13%) e IAG (-0,72%) eran los peores. En el Cac, el mejor fue Accor (+3,85%), frente a Essilor (-1,35%), que registró la mayor caída.