ESK denunció ayer que la Fundación de Mundubat, su patronato y dirección, «han optado por aplicar lo más duro de la legislación laboral reduciendo drásticamente el volumen de trabajadores, inaplicando el convenio y aprovechándose de la coyuntura política para precarizar las relaciones laborales».

La central afirma que este proceso se remonta a 2011, cuando la dirección de Mundubat se descolgó del convenio unilateralmente al negar la subida salarial, aduciendo que los recortes en los fondos ponían en peligro los empleos. La asamblea de trabajadoras aceptó la reducción salarial para evitar despidos, «pero esto no se cumplió». Señala que en la sede central más de 7 personas causaron baja por depresión y ha derivado en despidos.