Después del merecido parón de competiciones, la Real comienza desde ya el segundo bloque de encuentros oficiales de la exigente temporada, que le llevará a jugar nada menos que 16 encuentros desde este sábado hasta finales de noviembre. Un total de dos meses y medio plagado de encuentros importantes y contra rivales de entidad.

A los duelos ligueros ante Levante, Málaga, Barça, Sevilla, Rayo Vallecano y hasta el derbi frente a Osasuna, entre otros, hay que sumarles los enfrentamientos de la fase de grupos de la Champions League frente a Shakhtar Donetsk en Anoeta, Bayer Leverkusen en Alemania y Manchester United en el mítico escenario de Old Trafford.

Sin duda que se trata de una montaña complicada de ascender, aunque logrado a base del buen trabajo realizado la temporada pasada. En este aspecto, Esteban Granero, cedido este año por el Queen's Park Rangers inglés, sabe muy bien lo que significa disputar tres competiciones en una misma campaña -con Real Madrid y Getafe-.

El centrocampista indicó que «lo vamos a afrontar de manera profesional. Hay que cuidarse especialmente y hay que hacer un buen descanso después de cada partido. A nivel mental, ir paso a paso. Sabemos que tenemos muchos partidos, pero sabemos que tenemos el Levante y eso es lo primero de lo que nos vamos a ocupar».

El último jugador en llegar a Donostia este verano también reconoció que «obviamente, es necesario una buena plantilla para afrontar una temporada con tres competiciones. Creo que tenemos una plantilla completa y afortunadamente con jugadores en todas las posiciones y con jugadores que pueden jugar en varias posiciones, lo que hace posible las rotaciones».

Granero, sin arrogancia

Precisamente en este aspecto de las rotaciones, el jugador de Pozuelo de Alarcón se explayó en su alocución para dejar una cosa muy clara: «Aquí hay competencia, igual que en todos los sitios, y soy un jugador que pelea por jugar al igual que el resto de mis compañeros, y después el entrenador elige el mejor equipo. Yo siempre pienso que cuando juego es porque me lo he ganado y cuando no juego es porque también me lo he ganado. Eso no es un problema; lo importante es estar preparado».

Pero el «Pirata» siguió recalcando en rueda de prensa que «no soy tan arrogante como para pensar que por haber jugado en un equipo como el Real Madrid tenga que tener aquí un estatus especial, ni mucho menos. Aquí los futbolistas son de gran calidad, futbolística y humana. Son un grupo muy bueno y yo vengo con toda la humildad e intentar ayudar a aportar mi máximo y cuando lo diga el entrenador, salir a jugar con todas las ganas que merece este club».

Dicho esto, Granero, que venía a Donostia para suplir la marcha de Asier Illarramendi al Real Madrid, recalcó sobre la Real y su entorno que «tenía unas expectativas muy altas, y tengo que decir que las he cumplido con creces en cuanto a club, la gente, el equipo, los compañeros, el nivel humano y futbolístico del vestuario, las sensaciones mías propias dentro del campo y fuera... No puedo estar más contento».