Con el Estado español hundido en una crisis colosal y poniendo en peligro a toda Europa, llegó Rajoy y «La Razón» empezó a anunciar la luz al final del túnel. Tras dos años iluminados por esa luz, España pasó a ser modelo mundial en el G20, aunque dos días después el COI, que no había leído «La Razón», evidenció la credibilidad de esa España «modelo». Claro que para el periódico de Marhuenda la realidad no puede ser obstáculo, y lo que había ocurrido fue un «Tongo Olímpico», como tituló el domingo, o una traición, según su portada del lunes.

Pues bien, ayer dejaba el asunto del sopapo del COI en un segundo plano de su portada, aunque insistía: «El aval de la recuperación económica de España deja en evidencia al COI». De momento, quien ha dejado ha sido el COI a España sin Olimpiadas.

Decíamos que relegó a un segundo plano ese asunto para dedicar mayor atención al «desafío independentista», y titulaba «Rajoy ratificará por carta a Mas tras la Diada que no permitirá la consulta». En un punto editorial aseguraba: «No hay negociación al margen de la Ley», de modo que «Las especulaciones sobre los contactos `secretos' entre Rajoy y Mas juegan con supuestos cambalaches y con una `ingeniería' jurídica que permitiría realizar algún tipo de referéndum legal. Tales suposiciones, sin embargo, carecen de base legal y desconocen el talante político de Rajoy, que se basa en el más escrupuloso respeto a la legalidad». Pues nada, se acabó la discusión.

En otro punto editorial, decía que el «acuerdo razonable en el País Vasco» alcanzado por PNV y PSE, «debería servir de ejemplo a otros nacionalistas de cómo afrontar los retos de la crisis sin caer en brazos de los separatistas». Así que el PNV no representa ningún peligro separatista.

El peligro en tierras vascas es en otro, al que «La Razón» le dedicaba una gran foto en portada y un titular: «Valor contra el miedo». Servidora creía que, lógicamente, se refería a las vecinas y vecinos de Leitza que, tras una pancarta, denunciaban la presencia del ministro del Interior español ante un grupo de guardia civiles armados con porras y pistolas. Pero no, la palabra «valor» se refería a los guardia civiles: «La Guardia Civil se reivindica ante la protesta promovida por Bildu para boicotear la visita del ministro del Interior». Muy ilustrativo del talante democrático de esa España que «La Razón», ante tantos ataques, defiende con ahínco.