Acción vasca contra el silencio y la indignidad
Otra vez el profesor Francisco Etxeberria al frente de un equipo que tras una exhaustiva investigación científica y documental ha sacado de las fosas comunes a los peor parados de las guerras y la represión. El trabajo forense de su equipo, que da continuidad al informe «El oasis de la memoria» del doctor Carlos Beristain, ha revelado las identidades de ocho beduinos que se dedicaban al pastoreo y confirma lo que desde hace cuatro décadas venían denunciando familiares y asociaciones de víctimas saharauis. A saber, que el ejército marroquí ejecutó extrajudicialmente e hizo desaparecer forzosamente a civiles saharauis, una práctica que debe calificarse como crimen de lesa humanidad.
El trabajo de este equipo de profesionales vascos, otro ejemplo más del compromiso y la solidaridad que Euskal Herria siempre ha demostrado con la causa saharaui, merece la enhorabuena, el reconocimiento y el agradecimiento de todos. Su aportación, además de otro balón de oxígeno a la lucha por la libertad del Sahara, supone abrir nuevos frentes de internacionalización y de denuncia judicial. La existencia de más fosas y el hecho de que algunos de los saharauis ejecutados tuvieran carnets de identidad españoles es motivo suficiente para la intervención de la ONU y la activación de procesos judiciales contra el Reino de Marruecos.
Pero la decencia lleva tiempo en suspenso en el caso del Sahara Occidental, demostrando que la diplomacia sigue siendo un negocio moralmente corrupto en el que priman más la explotación pesquera y las minas de fosfato que el reconocimiento, la justicia y la reparación de los crimenes de lesa humanidad cometidos por Marruecos. Frente a la implícita complicidad internacional que perpetúa una terrible injusticia en la última colonia de África, ante el silencio y la indignidad de las autoridades españolas, el activismo solidario cobra más sentido que nunca. El trabajo del equipo de forenses vascos es un gran ejemplo práctico en esa dirección.