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vulneración de derechos en el sahara

«Estamos ante la primera evidencia científica sobre el destino de los detenidos»

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Carlos Beristain
Médico y Doctor en Sicología Social

Trabaja desde hace 24 años en América Latina y Euskal Herria con víctimas de la violencia. Ha coordinado y participado como asesor en varias comisiones de la verdad.

¿Qué suponen las conclusiones de esta investigación?

La constatación de la veracidad de los testimonios de los familiares de las víctimas. Un testigo nos relató que estas personas habían sido detenidas y que sabía, porque así lo vio, que algunas habían sido ejecutadas. Con este hallazgo constatamos la falta de veracidad de la versión que ofreció Marruecos, cuyo Consejo Consultivo de Derechos Humanos publicó en diciembre de 2010 en internet un informe en el que decía que cuatro de estas ocho personas habían sido llevadas a un cuartel en Smara, donde fallecieron. Estas personas no fueron llevadas a ningún cuartel. Y las otras cuatro personas ni tan siquiera aparecen en los listados oficiales de Marruecos. Estamos ante la primera evidencia científica del destino de muchos de los desaparecidos saharauis. Hasta ahora teníamos los testimonios, pero no las pruebas. Para los familiares esto es una cuestión determinante; saber qué ha pasado con sus seres queridos es siempre la demanda central de las personas con familiares desaparecidos. La gente necesita saber, porque la desaparición forzada es una pérdida incierta, nunca sabes cuándo acabó, cuánto tiempo estuvo vivo, a dónde fue llevado. Hay toda una incertidumbre que crea un enorme impacto sicológico, una situación que ha sido definida tanto por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como por el Tribunal de Estrasburgo como una forma de tortura sicológica. Los familiares saharauis vinieron con miedo, porque la exhumación se hizo en un lugar militarizado; con una enorme esperanza y con una movilización emocional. Han mostrado una enorme satisfacción por el logro que supone este hallazgo a nivel personal y para el Sahara.

Se calcula que hay más de 400 desaparecidos saharauis. Sin embargo, solo ahora y con recursos procedentes de Euskal Herria se ha logrado identificar a las primeras víctimas.

Esto demuestra que haciendo un buen trabajo de investigación, con la confianza de las víctimas y con un equipo independiente para poder llevar a cabo la acción, los desaparecidos pueden buscarse. Tenemos información de numerosas fosas, tanto cerca de donde hemos estado como en la zona ocupada por Marruecos. Sabemos dónde están algunas de esas fosas, que han sido denunciadas internacionalmente. Durante muchos años, la situación de los familiares ha sido invisibilizada; ha quedado más como una demanda genérica de la búsqueda de los desaparecidos sin, digamos, un asidero concreto de cómo llevar adelante la investigación. El primer paso consistente que dimos fue el informe «Oasis de la memoria», en el que investigamos decenas de casos de desaparecidos, lo que abrió la puerta para esta investigación y exhumación.