Peña Nieto lanza una reforma fiscal que tilda de «socialmente justa»
GARA | MÉXICO DF
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anunció el domingo la puesta en marcha de una amplia reforma fiscal con la que pretende aumentar los recursos presupuestarios del país un 1,4% del PIB en 2014 y un 3% en 2018, y que supone, según dijo, una «reforma social» con la que busca reducir las desigualdades en el seno de una población con más del 45% de pobres.
Las medidas fiscales y económicas anunciadas se vieron limitadas por las protestas de los docentes contra la reforma educativa y de la izquierda contra la reforma energética que abrirá al sector privado la petrolera estatal Pemex y también por la desaceleración de la economía mexicana. Así, el mandatario renuncia, en contra de lo que se había anticipado, a aplicar el IVA a alimentos y medicinas, lo que había suscitado fuerte resistencia de la izquierda, mientras pretende instaurar ventajas sociales como el seguro de desempleo y una pensión universal a los mayores de 65 años.
El IVA es la forma más fácil de llenar las arcas del Estado, pero Peña Nieto señaló que los alimentos representan el 50% del gasto de los más pobres y su aplicación habría penalizado a ellos en primer lugar. Sí se gravarán las los refrescos azucarados.
Enseñanza y vivienda
Se comprometió a mantener el IVA en el 16% y a no aplicarlo a transporte urbano, libros y revistas, pero sí a los gastos de matriculación, a las hipotecas y a los alquileres, y a eliminar el 75% de los tratamientos fiscales preferenciales a empresas y particulares.
Explicó que para lograr una reforma «socialmente justa y fiscalmente responsable» sus propuestas afectarán a «los que más ganen», al gravar operaciones en bolsa, operaciones comerciales entre particulares y venta de inmuebles.
La principal formación de la oposición, el Partido de Acción Nacional (PAN), recibió con recelo el anuncio y aseguró que se opondrá a la aplicación del IVA a matrículas, hipotecas y alquileres para defender a la clase media.