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El PSE alega al Plan de Paz mientras Eguiguren prevé el fin de la ponencia

El PSE adopta una posición muy agresiva contra la izquierda abertzale en materia de pacificación. Ayer presentó sus alegaciones al Plan de Paz de Lakua, que conllevan una auténtica enmienda a la totalidad. Y mientras, ha abandonado la ponencia parlamentaria, aunque argumenta que lo hace para presionar a EH Bildu y que quizás vuelva. Jesús Eguiguren augura por contra que ese foro «morirá poco a poco» y aboga por colaborar con los independentistas.

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GARA | BILBO

Los dirigentes del PSE Rodolfo Ares y Jesús Eguiguren ofrecieron ayer visiones claramente antagónicas en materia de pacificación. El exconsejero de Interior presentó sus alegaciones al Plan de Paz de Lakua, que observa como «complaciente» con la izquierda abertzale, y continuó fijando una línea dura en este terreno que va en sintonía con el abandono de la ponencia. Por contra, el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, abogó en Radio Euskadi por apoyar a la izquierda abertzale y cargó sus críticas contra el inmovilismo del PP y la pasividad del PNV.

En la práctica, la posición que domina es la de Ares, dado que se materializa en actuaciones políticas concretas. En sus alegaciones al Plan, un total de 25, el PSE critica que el texto de Lakua está «empapado de asepsia, ambigüedad y equidistancia» y que pretende «dulcificar la realidad y diluir responsabilidades» que atribuye en exclusiva a la izquierda abertzale.

Por ejemplo, se destaca que en la década de los 90 Herri Batasuna aprobó una ponencia en la que aludía a la «socialización del sufrimiento». Y Ares añadió que «en Euskadi hubo gente asesinada y secuestrada y gente que practicaba el terrorismo y el asesinato. Hay que dejar claro que las víctimas no eligieron ser víctimas y los verdugos sí eligieron ser verdugos». La única violencia a la que alude el PSE parece ser la de ETA.

Por contra, Eguiguren sostuvo en la entrevista radiofónica que «no comparto la idea de marginar a la izquierda abertzale ni en la ponencia ni en el Parlamento ni en la sociedad. Entre todos hay que colaborar a que haya una izquierda abertzale sólida y bien organizada y lo que se está haciendo es lo contrario», se quejó.

Asimismo, frente a las afirmaciones de compañeros como José Antonio Pastor que presentan el abandono de la ponencia como temporal, Eguiguren consideró que ese foro «morirá poco a poco, se dormirá». «No creo que salga nada grandioso de ahí», vaticinó.

En general, censuró que los partidos están «imbuidos de partidismo», actitud en la que ubicó a PNV, PSE, Bildu y PP.

Junto a ello, reflexionó sobre el concepto de «paz». Dijo que «es una gran palabra que no sé muy bien para qué se utiliza tanto, porque la paz es lo que hay. Vivimos ya en paz y la reconciliación ya se ha producido. Los problemas pendientes ya sabemos cuáles son y de esos no se habla. La paz es irreversible y es esto. La paz no es la felicidad, la paz es la paz», apostilló Jesús Eguiguren.

ASOMBRO CON LAKUA

Eguiguren se declara «asombrado» de que Lakua esté «de brazos cruzados» ante el inmovilismo de Madrid «y no plantee quejas o protestas cuando todo el mundo ve que no hace nada». Añade que «no se habla de los problemas pendientes, que sabemos cuáles son».

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