Chris Horner se proclamó vencedor final de la Vuelta 2013 tras disputarse la última etapa, entre Leganés y Madrid, de 109 kilómetros, en la que se impuso al sprint el australiano Michael Matthews (Orica). El corredor del Radioshack, a punto de cumplir 42 años -los hará el próximo 23 de octubre- subió al podio en la Plaza de Cibeles acompañado de Vincenzo Nibali (Astana) y Alejandro Valverde (Movistar), segundo y tercero, respectivamente, rompiendo teorías en el ciclismo.

Un triunfo insólito el de este estadounidense, ya que se trata del corredor más veterano que gana una de las grandes vueltas por etapas superando ampliamente al belga Firmin Lambot, que se llevó el Tour de 1922 con 36 y al suizo Tony Rominger que en 1994 ganó la Vuelta con 33.

Una victoria inesperada para el corredor nacido en Okinawa (Japón), que reside en San Diego, quien se conformaba en la salida con «vestir algún día de rojo» pero a partir de su triunfo en la etapa en el Mirador de Lobeira empezó a mostrar sus cartas.

La edad no le dio demasiadas esperanzas, pero su actitud le ha confirmado como el más fuerte ante rivales más jóvenes y acreditados, como el italiano Nibali y el murciano Valverde, ambos ganadores de la Vuelta y el italiano además del Giro.

Al final decidió la montaña de Cantabria y Asturias, donde Horner fue limando tiempo a sus rivales, en especial al Tiburón de Mesina, quien defendió el maillot rojo con bravura, hasta su definitiva claudicación en el Angliru. Este corredor de 66 kilos de peso para su 1,78 de altura, profesional de la bicicleta desde 1995, ha vestido la camiseta de diversos equipos. Nutra-Fig (1995-96), Française des Jeux (1997-99), Mercury (2000-01), Prime Alliance (2002), Saturn (2003), Webcor (2004), Saunier-Duval (2005), Silence-Lotto (2006), Predictor-Lotto (2007), Astana (2008-09), aunque con el Radioshack, con el que debutó en 2010 adjudicándose la Euskal Herriko Itzulia, ha logrado su mayor éxito. Llegó a la salida de Galicia tras una lesión de rodilla que le impidió correr el Tour y con solo 14 días de competición.

Su anarquía alimentaria es conocida por su afición a las hamburguesas, las pizzas, y cosas poco apropiadas para la dieta de un deportista. Son piezas casi prohibidas, pero si alguien le impide el consumo, Horner se enfada. Esto es de las pocas cosas que le sacan de quicio. Los técnicos del Radioshack destacan su mezcla de fortaleza física y mental. «Ilusión, trabajo y ganas de cuidarse son sus claves. Por eso, bromea y se plantea durar hasta los 50 años». De momento, no tiene equipo para 2014, pero irá a por otra temporada más como profesional.

Los otros maillot

Padre de 3 hijos, tiene una filosofía de vida muy abierta. «Mientras otros se cuidan al extremo y les llega la fatiga mental; él es todo lo contrario», dicen sus técnicos.

Para el recuerdo sus dos triunfos de etapa, en el Mirador de Lobeira, cuando ya habló de intentar ganar la Vuelta, y en el Alto de Hazallanas. También su ascenso de pie en la bicicleta hasta Formigal y el remate en el Angliru, cuando terminó con la resistencia de Nibali. En la jornada de clausura tuvo protagonismo Matthews, quien se adjudicó su segunda etapa en esta edición con un tiempo de 2h.44.00, por delante del estadounidense Tyler Farrar. El australiano, el mismo que se impuso en Lago de Sanabria, es una de las esperanzas del ciclismo de su país.

El cuadro de honor, con el triunfo por equipos para Euskaltel, se completó con el francés Nicolas Edet (Cofidis), rey de la montaña; Valverde, ganador por puntos y de nuevo Chris Horner, de la combinada. Jerez de la Frontera (Cádiz) lanzará la 69ª edición, según se desprende de las palabras del director de la carrera Javier Guillén. Ahora llega el Mundial de Florencia, por supuesto con Chris Horner.