Mencionar SAT es igual a decir sindicato comprometido con la lucha obrera y jornalera del pueblo andaluz. Javier García es de Almería y Pablo González, de Gilena, en Sevilla. Acudieron a Euskal Herria a formarse con EHNE y con el Instituto Hegoa (UPV-EHU), pero también trasmitieron en diferentes pueblos lo que se está construyendo en Andalucía para poner en pie de lucha a quienes cada día se sienten más desplazados por el sistema capitalista.

¿Cuál ha sido el objeto de su presencia en Euskal Herria?

JAVIER GARCÍA.- Hemos estado en un curso entre el sindicato agrario EHNE y el Instituto Hegoa de cooperación y desarrollo. Somos del grupo de estudios del SAT y también tenemos el apoyo de Vía Campesina.

¿Cómo está la situación en Andalucía ante la crisis actual?

PABLO GONZALEZ.- Andalucía tiene un 45% de paro a nivel general y 65% es desempleo juvenil. Tratamos de señalar a los culpables, como son los bancos y políticos corruptos, con acciones directas, marchas. Ocupando bancos, grandes superficies comerciales o rodeando el Parlamento andaluz. También hemos organizado marchas contra la corrupción, contra los ERE, además de ocupaciones de las tierras en Somonte, en La Rueda, etc.

¿Qué expectativa queda a la juventud andaluza con ese 65% de paro?

P.G.- La única que nos deja es la de la emigración forzosa.

¿A dónde? si los demás están también con tasas altas de paro juvenil y general?

P.G.-Ese es el problema, porque nuestros abuelos y mi padre emigraron, pero la situación era diferente. Porque antes de bajarse del tren en Barcelona, por ejemplo, ya tenían trabajo; nosotros no. Cuando se me terminó la experiencia en el campo, emigré a Mallorca a tratar de buscar trabajo en hoteles, pero tuve que volver.

¿Es una situación crítica?

P.G. El endeudamiento es alto. Nuestros padres cogían la maleta y se iban, pero nosotros no podemos hacerlo. Porque el nivel de endeudamiento que hay en nuestras casas tampoco nos permite hacer inversiones. Ni me voy a ir a Alemania por un plato de lentejas. Para sobrevivir, prefiero resistir en mi tierra, Andalucía.

La marcha que ha planteado el SAT para avanzar desde todos los pueblos del Estado español a Madrid ¿qué persigue?

J.G.- La filosofía del sindicato es la de acumulación de fuerzas para poder llegar a una situación en la que los movimientos sindicales, la lucha obrera y, entre otras, la sindical, puedan enfrentarse al poder. Es un momento histórico. Se dan muchas crisis coyunturales al mismo tiempo y una global del capitalismo, pero también del régimen español del Gobierno del PP y del Gobierno andaluz. Nuestro sindicato quiere tejer alianzas y frentes comunes amplios que articulen una respuesta contundente y que presionen para provocar la dimisión de los miembros de la Junta de Andalucía y del Gobierno Rajoy. Queremos que sean los movimientos civiles y sociales los que articulen esas respuestas.

Por ejemplo, ¿qué respuestas?

J.G.- Algunas ya existen como las que tiene el sindicato por ejemplo con la Ley de Patrimonio Agrario andaluz, que contempla que todas las tierras públicas que tiene la Junta de Andalucía se pongan al servicio de los ayuntamientos para dar trabajo y crear cooperativas de alimentos. O también propuestas sobre vivienda. Todas estas iniciativas se deben llevar a través de la lucha, el rigor y las grandes movilizaciones.

¿La marcha a Madrid?

J.G.- Se está trabajando una marcha a Madrid para presionar al Gobierno de Rajoy. [Se celebrará en la primavera de 2014, pero, anteriormente, en noviembre habrá ocupaciones en todo el Estado español].

¿El SAT tiene impulso joven?

P.G.- El 6 de abril en Gilena se creó el área de juventud del SAT. Tratamos de organizar la luchas juveniles, desde estudiantes al joven precario, o los emigrantes. Estamos organizándonos. Las campañas de la juventud son importantes y hemos participado en la ocupación de tierras, en la recuperación de material escolar y en las marchas. Estamos en pie, en lucha.

¿Hay renovación en el SAT?

P.G.- Para el joven que tiene una actitud reivindicativa y política su referencia es el SAT, independientemente de cual sea su partido. Es un referente para la juventud. Cubre el vacío político de la juventud, sin duda.

J.G.- No somos un sindicato clásico, al uso. En 2007 en su fundación y en 2011, se acordó que fuera la confluencia de un frente amplio. Así hemos estado con los del 15M, con los indignados y los de Stop Desahucios. Buscamos organizarnos y impulsar esa fuerza de lucha para que entren en el sindicato. Porque nuestro apoyo ha servido para fortalecer ese trabajo. Recogemos la indignación y el malestar. Estamos ya en las universidades con un movimiento significativo, en Sevilla, Granada y Jaén. En esta última en la huelga de estudiantes de mayo nos pusieron 9.000 euros multa en una mañana. «Ladran luego cabalgamos, Sancho».

¿Cómo llevan lo de las multas?

J.G.- Es un drama. Represión política, sindical y económica. Somos una de las organizaciones sindicales más represaliadas en Europa. Acumulamos más de 700.000 euros en multas y peticiones de más de 50 años de prisión para más de 400 represaliados. La represión económica es el arma contra les sindicato. A una persona joven si le pones una multa se hace o no cargo, pero una madre de familia le ponen una multa de 500 y 1000 euros, le bloquean la cuenta y si no paga, le requisan la casa. Hasta ahora con la solidaridad se ha ido pagando.

¿Qué van a hacer?

P.G.- Pagar 700.000 euros de multa es pagar las porras con las que te van a agredir después, Tres jóvenes se han declarado insumisos judiciales, junto a Diego Cañamero y Manolo Rodríguez responsables nacionales, y el 2 de octubre hay tres compañeros citados por el caso de Mercadona. Se van a declarar insumisos judiciales. No serán los últimos, sin duda.