Txisko Fernández | Periodista
Historia triste, historia histórica
Corrían los años 80 por Euskal Herria cuando los de Eskorbuto ponían letra y música a la «Historia triste» que, a su modo de ver, era la vida de las ratas humanas que por aquel entonces se movían «desde Santurze a Bilbao» bajo la gran nube que emanaba de las chimeneas de Altos Hornos. «Uoooo, historia triste/, uoooo historia histórica/, uoooo historia final». Ese era el estribillo de esta canción que algunos escuchamos por primera vez rulando por la Pinto, por la Cuchi, por la Zapa (Potato pondría música a aquel itinerario un poco despúes) cuando llegamos a Gasteiz, procedentes de las alcantarillas vizcainas, para asistir a clases de Historia en el Seminario, lugar que compartíamos con los de las distintas Filologías debido a que la UPV-EHU era inquilina del Obispado.
Esta digresión viene a cuento por dos motivos: uno, para que vean que lo que yo rememoro de los años 80 le puede interesar un pimiento al vecino; y dos, porque ya estoy hasta el gorro de tanto historicismo que llena agendas festivas (alardes, batallas campales, mercados medievales...), novelas, excursiones montañeras, artículos de opinión, reportajes televisivos...
No caeré en la trampa de mezclar la memoria histórica con este tipo de actividades. Por ahí no paso. Recordar a los muertos en lejanas batallas o realizar un homenaje a los supervivientes de las más recientes nada tiene que ver con esa tendencia cada vez mayor a disfrazarse de soldados -vascón, castellano, francés o inglés, lo mismo da- o a redactar miles y miles de líneas intentado hacernos ver, de forma forzada cuando no ridícula, que el contexto actual es muy similar al que se vivía hace cincuenta, cien o mil años.
Como si nada hubiera cambiado en un siglo o en un milenio. Lo que se habrían ahorrado Marx, Engels y compañía de saber esto. ¡Qué ilusos ellos que, al escudriñar la evolución histórica de la humanidad, observaron distintos modelos socio-económicos en diferentes espacios temporales y geográficos!
Para que entiendan qué es lo que me sucede dejo aquí estas preguntas: ¿También hay que reconstruir los últimos fusilamientos de la dictadura franquista? ¿Se imaginan a bosnios, serbios y croatas dentro de cien años recreando la última guerra de los Balcanes? ¿Y a los sirios?
Historia histórica y, por ahora, historia interminable.