Sortu dice a Alba y la Guardia Civil que «es hora de desmilitarizar Nafarroa»
Tras lo ocurrido en Altsasu o Leitza, Sortu se plantó ayer ante la Delegación del Gobierno español para remarcar que «es hora de desmilitarización» y que ambas instituciones «sobran». Censura además los constantes recursos de la delegada española contra leyes navarras.
GARA |
La cuestión pendiente de la desmilitarización ha entrado con fuerza en la agenda política navarra en las últimas semanas. La Guardia Civil tomó Altsasu para tratar de impedir el Ospa Eguna, sin conseguirlo, y posteriormente el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, acudió a Leitza para asegurar que Maxurrenea seguirá ocupada por la Guardia Civil diez años más. A ello se suman la actuación policial en Inasa (Irurtzun) o las multas y vetos impulsados por la delegada española en el herrialde, Carmen Alba.
Dado todo ello, Sortu se concentró ayer ante la sede del Gobierno estatal en la Plaza de Merindades de Iruñea con un mensaje: «Utzi bakean Nafarroa, inposaketarik ez!». Decenas de personas secundaron la protesta. Llevaban carteles alusivos a la delegada del PP, a quien Txelui Moreno invitó a que «si tanto le gustan los cargos», se postule como «embajadora de España en Euskal Herria».
«Es hora de desmilitarización -señaló Moreno en su intervención-. Es hora de dar solución al conflicto, y para eso es necesario que el Estado abandone ese discurso cuartelero y empiece a dar pasos».
En el caso concreto de Maxurrenea de Leitza, el portavoz de Sortu recordó que se trata de una casa cedida a «las fuerzas de ocupación, en contra de la opinión del donante, de la mayoritaria en la localidad y de la mayoría del Parlamento».
En la misma línea sitúa Sortu los recursos constantes presentados por la delegada española contra leyes aprobadas por el Parlamento navarro, como las relativas a la paga extra para los funcionarios, la que plantaba cara al copago o la que establecía la asistencia universal gratuita para todas las personas empadronadas en Nafarroa.
Con ello, «Alba va en contra de los intereses de Navarra», concluyó Moreno, y lo hace desde una institución «de un tiempo predemocrático, que es algo que ya no discute nadie».