ABU BAKER MAJID | candidato a diputado por el pÇdk
«La nuestra es una sociedad de rentistas basada en la relación amo-esclavo»
Luchó por un escaño en las parlamentarias de ayer en Kurdistán Sur. Y pese a que se reclama seguidor de Abdullah Oçalan, cuya ideología es mayoritaria entre los kurdos, denuncia que, en el caso de Kurdistán Sur, las lealtades siguen siendo tribales y compradas a través de pensiones estatales.
Karlos ZURUTUZA |
Coincidiendo con las elecciones parlamentarias de Kurdistán Sur, GARA entrevistó a Abu Baker Majid, candidato por un partido aún minoritario en la región pero englobado en el movimiento político y social que más seguidores suma entre los kurdos en su conjunto.
Enseñas y banderas de todos los colores cuelgan de farolas, semáforos, balcones; de puestos ambulantes de kebab, de frutos secos... Esa es la foto en las calles de Kurdistán Sur, que celebró ayer elecciones legislativas.
Abu Baker Majid suspiraba porque llegara el momento en que todo acabe. «Esto es una locura, estamos todos agotados», confiesa este funcionario del servicio de salud que concurría por uno de los 111 escaños en la Cámara kurda.
¿Han sido estas unas elecciones libres transparentes?
Han sido unas elecciones en las que, según datos del Alto Comisionado Electoral Iraquí, más de 100.000 muertos iban a acudir a las urnas y sumar su voto al de muchos extranjeros a los que el Partido Democrático de Kurdistán -la coalición en el poder- incluyó en el censo electoral. La mayoría de estos últimos son kurdos de Siria y Turquía. En cualquier caso, ni siquiera solventando los aspectos técnicos podemos hablar de unas elecciones justas.
¿Puede explicarse?
La gente sigue votando en masa al PDK y a la Unión Patriótica de Kurdistán -el segundo partido hegemónico-, pero nadie conoce su programa electoral porque no tienen ninguno. Hablamos de lealtades puramente emocionales, incluso tribales o, simplemente, compradas a través de pensiones estatales. En realidad, la nuestra no es más que una sociedad de rentistas basada en la relación amo-esclavo, como cualquier otra en Oriente Medio.
¿Son ustedes la alternativa?
Nosotros compartimos la ideología de Abdullah Oçalan -líder encarcelado del PKK-, porque consideramos que se trata de una opción válida no solo para los kurdos sino para todo Oriente Medio. A día de hoy, los movimientos políticos y sociales que defienden las tesis de Oçalan son mayoritarios entre los kurdos. Quizás sea esa la razón de que, desde que fundamos nuestro partido en 2002, Erbil ha cerrado nuestras sedes en varias ocasiones, nos ha boicoteado, perseguido, arrestado e ilegalizado de forma sistemática. Yo mismo he sido arrestado en siete ocasiones...
Esta ha sido nuestra primera oportunidad porque en las últimas elecciones de 2009 nos dejaron fuera justo en el último momento.
Menciona usted a Abdullah Oçalan. ¿Sigue vivo el proceso de paz entre el PKK y Ankara?
Por enésima vez, el PKK ha tendido la mano a Turquía y ha cumplido con su parte del acuerdo mientras que Ankara responde con el inmovilismo, lanzando mensajes falsos que no sirven más que para ganar tiempo. En cualquier caso, la paz con Ankara llegará antes o después y será porque es la misma sociedad turca la que la está demandando.
Sin embargo, Ankara parece no perder cuerda en Rojava (Kurdistán bajo control de Damasco), donde, supuestamente, apoya a grupos afines a Al Qaeda para boicotear las aspiraciones de los kurdos locales.
El papel de Ankara es más que evidente, ¿de qué otra manera podía Jabat al-Nusra -grupo afín a Al Qaeda- contar con tanques si no es con el apoyo turco? Pero lo más triste de todo ello es que tanto los turcos como los yihadistas cuentan con el apoyo del PDK para someter a nuestros hermanos del oeste. El partido que cuenta con mayor apoyo popular es el PYD -Partido de la Unión Democrática, coalición que también comparte ideología con el PKK- por lo que Massud Barzani -presidente de Kurdistán Sur- busca ahogar económicamente a la región bloqueando la frontera. Su objetivo es fomentar el éxodo de los kurdos locales y convertir Rojava en una región desierta.
Por su parte, el PDK acusa al PYD de instaurar una dictadura en Rojava y de reprimir toda oposición. ¿Niega usted el gran número de arrestos de aquellos que discrepan en la región?
Nadie discute que se han cometido muchos errores en una situación de emergencia como la actual pero en muchas ocasiones se ha arrestado a agentes encubiertos que buscaban crear el caos en la región. Un grupo bastante numeroso fue descubierto hace meses. Al día siguiente de su arresto, Erbil cerró la frontera con Rojava.
Volviendo a Kurdistán Sur, desde varios sectores se apunta a que los partidos islamistas locales están catalizando a muchos desencantados con el bipartidismo imperante. ¿Qué opina usted?
Creo que el supuesto auge del islamismo en Kurdistán se está exagerando interesadamente, precisamente para evitar el desgaste de los partidos en el poder. Tanto Turquía como Irán dan cobertura a los islamistas para debilitar a los kurdos en su conjunto. Lo han intentado sin éxito en Rojava y en Bakur (Kurdistán bajo control de Ankara) y saben que aquí, en el sur, no tienen ninguna oportunidad.
Los kurdos en Irán parecían mantener un alto el fuego no declarado hasta hace poco con Teherán pero, aparentemente, se han vuelto a producir combates entre la fuerzas de seguridad iraníes y el PJAK (Partido por una Vida Libre en Kurdistán), afín al PKK. ¿Se ha roto esa tregua nunca oficializada?
No. Los kurdos de Rojelat están en una posición de autodefensa y solo han respondido tras haber sido atacados puntualmente por el Ejército persa.
¿Se atreve a lanzar un pronóstico sobre sus resultados en las elecciones de ayer?
Un pronóstico realista será el de dos o tres escaños.
«A día de hoy los movimientos políticos y sociales que defendemos las tesis de Ocalan (PKK) somos mayoritarios entre los kurdos. Por eso nos persiguen tanto en Kurdistán Sur»