SEGUNDA A | Empate en Ipurua
Un punto que fortalece
Al Eibar la faltó chispa en los últimos metros para ajusticiar a un Murcia que acabó pidiendo la hora.
EIBAR 0
MURCIA 0
Amaia U, LASAGABASTER
Ipurua fue lo que era. Tres meses después de consumar su regreso a la categoría, el estadio armero revivió su prolongada historia en Segunda A gracias al encuentro que disputaron Eibar y Murcia, en el que la disputa mereció mucho más protagonismo que las ocasiones de gol. Lo que viene siendo un clásico.
Fue, pese a todo, un encuentro que debe fortalecer a los azulgranas. No solo porque le asegura permanecer alejado del precipicio sino porque si alguien buscó y mereció la victoria no fue la escuadra que llegaba a la cita en la segunda plaza de la clasificación, con una capacidad ofensiva arrolladora o el pitxitxi de la categoría en sus filas, sino el que con todas sus carencias, pelea cada semana por librarse de la etiqueta de cenicienta. Ayer lo consiguió. Porque el Murcia no puso las cosas fáciles, no cedió un solo metro ante el empuje de los locales, pero tampoco dio en ningún momento la impresión de que fuera a asestar un golpe. El repertorio de tirones, caídas, remoloneos y pérdidas de tiempo variadas de las que tiraron los pimentoneros en la recta final del choque da buena cuenta de lo bien que les supo el punto.
Tampoco es que el Eibar le pusiera contra las cuerdas. Aunque intentó, y casi siempre consiguió, llevar la iniciativa, estuvo lejos de volcarse en la portería de Casto y menos aún de amenazar su integridad. El primer tiempo se marchó con mucho centrocampismo y apenas un par de escarceos en el área -una contra que intentó culminar Morales y acabó en córner, un balón bien peleado por Jota que detuvo Casto y un cabezazo de Albentosa que se marchó por encima del larguero-, pero también sin la más mínima inquietud para Xabi, perfectamente escoltado. Solo una caída de Iván Moreno, que enfadó a los murcianos pero no alertó al árbitro, amenazó con sobresaltar la tranquilísima primera parte.
A más
No varió demasiado el panorama tras el descanso. Y aunque pareció que el Murcia adelantaba líneas, el transcurso de los minutos fue moviendo la balanza, para recuperar el monótono centrocampismo del primer tiempo primero y el paso adelante de los azulgranas después.
Con la recta final del encuentro llegó también, pese a una vaselina de Malonga que se marchó fuera por poco, la sensación de que los tres puntos podían quedarse en Ipurua. Pero el Eibar tuvo más problemas para dotar de definición a su juego ofensivo -Morales a córner en el segundo palo y Urko Vera en una jugada ensayada y en una asistencia de Yuri fueron los que más se acercaron- que el Murcia para entorpecer el ritmo del choque en los últimos minutos. Reparto de puntos final, que contentó a unos y satisfizo, con algún pero, a los otros.
Satisfecho con peros. Así concluyó el encuentro Gaizka Garitano, consciente de que «cuando no puedes ganar, por lo menos hay que empatar» y «muy contento con el trabajo de los chavales», pero también apenado por que las mejores intenciones de su equipo no se tradujeran en un premio mejor.
«Ha sido un partido difícil, ante un rival bastante rocoso -explicó el míster vizcaino-. A medida que han pasado los minutos, ellos se han ido conformando con el empate. Ha habido un equipo que ha querido ganar, que ha ido a por la victoria desde el principio, y no ha podido y otro que se ha conformado con el empate».
A la hora de analizar qué le había faltado al Eibar para conseguir su objetivo, Garitano tenía claro que fue una cuestión de «brillo» en ataque. «Nos ha faltado brillo. Si no tienes brillo en los últimos metros, eliges mal... En defensa el equipo ha estado perfecto y en medio campo muy bien, nos hemos comido el medio campo, los dos pivotes muy bien, hemos movido el balón, robado, los rechaces... Pero nos ha faltado brillo en los últimos metros. Cuando dominas, llega el balón a los extremos... Hay que hacer algo más. Nos cuesta, evidentemente somos el Eibar», asumió el técnico que, pese a todo, subrayó su satisfacción con «el trabajo de todos los jugadores. Se han vaciado. Lo hemos intentado, queríamos ganar. Y ellos no nos han hecho ninguna ocasión».
En este sentido Garitano tiene claro que «el equipo tiene empaque, presencia. Mientras estemos así en los partidos iremos sumando». A.U.L.