El Alavés confía en celebrar de una vez su primer triunfo liguero de la temporada. Doblemente valioso si lo consigue, porque a los puntos y la reivindicación de su trabajo, se añadiría la satisfacción de derrotar al líder -al menos hasta la victoria del Recre del pasado viernes en el primer partido de la jornada-. Claro que por esa misma razón, la exigencia del rival subirá al mismo ritmo que la necesidad albiazul de alegrías.

Lo que tampoco se reduce, aunque vayan variando los nombres, es la nómina de bajas de la escuadra gasteiztarra. Natxo González recupera para la cita a Beobide, Jari Jarosik -ambos, además, parecen tener hueco en el once inicial- y Schenone, pero Nano, Mora, Laborda, Lázaro y Medina siguen con plaza en la enfermería. Pese a todo, el técnico albiazul se ilusiona ante la llegada de un «partido especial y bonito. Es un buen momento para dar un golpe encima de la mesa para transformar nuestro juego en la victoria». «No me obsesiona la victoria -añadió Natxo González-. Siempre jugamos para ganar. Lo que me obsesiona es que el equipo haga las cosas bien para poder ganar. Ésa es nuestra intención».