BERA BERA 25

ITXAKO 21

Bera Bera rozó la perfección en la primera parte, con ventajas que llegaron a ser de seis goles y un nivel de juego impresionante, ya habitual en defensa, pero ayer particularmente atractivo en ataque, pero eso no le garantizó una segunda parte tranquila, y volvió a sufrir, más por la pérdida de compostura que vivió el equipo en algunos momentos que por el marcador, aunque cuando las canarias se acercaron a dos a 3.30 del final todo el pabellón contuvo la respiración hasta ver por dónde se resolvía el emocionante final.

Bera Bera entró muy bien en el partido, con una defensa muy activa que negaba opciones claras a las canarias, lo que se tradujo en cuatro avisos de juego pasivo antes del cuarto de hora, aunque los colegiados se mostraban algo permisivos después y Rocasa aprovechaba para marcar en situaciones forzadas gracias a lanzamientos de recurso de Luján, que junto a Davinia López firmaron 9 de los 11 goles canarios en la primera parte.

Bera Bera volvía a controlar bien al pivote, como en la Supercopa, y mejoraba la defensa sobre los extremos -ningún gol en todo el partido, aunque Temprano le sacó dos balones a bocajarro a Trojaola-, pero lo que hizo mucho mejor fue atacar. La primera línea titular, con Elorza como central y Martínez y Menéndez en los laterales, lo bordó en los primeros 30 minutos. No solo por los ocho goles que marcaron entre las tres, sino por las cuatro asistencias de gol que repartieron Martínez y Menéndez, dos cada una -espectacular la de la alicantina en pase picado a Núñez mirando al otro lado, que la pivote convirtió en el 11-7-, y por la velocidad y precisión que imprimieron a la circulación del balón, de la que también se aprovecharon las dos extremos.

La zarauztarra Alba Menéndez, en especial, completó los que probablemente hayan sido sus mejores 30 minutos en Bidebieta: rápida en la toma de decisiones, resuelta para lanzar (la que más tiró a puerta, siempre lanzamientos bien elegidos, aunque Navarro le sacó tres, pero los dos que marcó en suspensión fueron muy buenos), e impresionante en las asistencias -una a Núñez y otra a Eli Pinedo, que amagó la salida para recular y colarse por dentro y recibir en el momento justo el pase preciso de Menéndez, una jugada que acabó con la defensora de Eli Pinedo, Falcón, en el banquillo, del que no volvió a salir-.

Pero Rocasa aguantó el vendaval de juego que llevó el marcador del 7-7 al 11-7, y al 16-11 al descanso, no arrojó la toalla como corresponde a un aspirante a la Liga, y volvió tras el descanso con el cuchillo entre los dientes. Los últimos minutos de la primera parte había cambiado a una defensa 5:1 con Albaladejo como avanzada, y este detalle, unido a la entrada de Dunay por Martínez, ya había apuntado problemas para Bera Bera.

Tras el descanso Imanol Alvarez retocó su primera línea inicial para poner a Dunay en lugar de Menéndez (que defendía) lo que, unido a la mayor agresividad del 5:1 canario -obligadas a remontar-, y al cansancio de Elorza por el ritmo trepidante del primer tiempo, propició que Bera Bera se descompusiera, empezara a perder balones -13, cuando antes había cuidado muy bien la posesión-, encadenara tres exclusiones seguidas, y que el partido se enredara.

Cada error donostiarra envalentonaba a las canarias, pero en los peores momentos Temprano -que superó a Navarro en el duelo de porteras- y Ziarsolo lograron mantener el tipo.