Al menos 65 personas murieron y más de 120 resultaron heridas ayer en un triple atentado perpetrado durante un funeral en el barrio chií de Ciudad Sadr, en Bagdad, según el último balance.

Una primera bomba fue detonada junto a una carpa funeraria, después un kamikaze que conducía un coche detonó la carga explosiva que portaba y una tercera explosión ocurrió cuando policías, sanitarios y bomberos se encontraban ya en el lugar del atentado.

Además, la explosión de un coche bomba en el barrio chií de Hayy Ur, en el norte de Bagdad, dejó al menos ocho muertos.

Desde el comienzo de mes, más de 500 personas han fallecido en ataques violentos, cifra que supera los 4.300 desde el inicio del año, según un informe elaborado por AFP a partir de fuentes seguridad y médicas.

Según una fuente diplomática occidental, este año se han producido ya cerca de 500 ataques con coches bomba en el país, la mitad de ellos en Bagdad.