Ante un discurso, el estúpido se queda pasmado
«Quai d'Orsay»
Mikel INSAUSTI
De entre las muchas frases atribuidas al filósofo griego Heráclito de Éfeso que abren los distintos fragmentos en que se divide «Quai d'Orsay», la que encabeza esta crónica es la más definitoria de todas, porque la película es la historia de un discurso político, desde la escritura del primer borrador hasta que por fin es pronunciado, pasando por un sinfín de correcciones y cambios sobre la marcha.
Antonin Baudry, coautor del cómic original junto al dibujante Christophe Blain con el seudónimo de Abel Lanzac, fue diplomático. Por lo tanto, maneja una valiosa información de primera mano, relativa a la etapa en la que trabajó como redactor de discursos para el Ministro de Asuntos Exteriores Dominique de Villepin, bajo el mandato de Jacques Chirac.
Y lo que más se recuerda de aquella gestión diplomática entre 2002 y 2004 es, precisamente, el discurso que Dominique de Villepin dio en la ONU contra la invasión de Irak. Ni que decir tiene que sirve como colofón a la primera comedia, propiamente dicha, que dirige el veterano Bertrand Tavernier a lo largo de su carrera.
Tavernier pone todo su oficio, que es mucho, al servicio de un ingenioso y divertido vodevil ministerial. Dicho aspecto vodevilesco resulta fundamental en la puesta en escena, ya que se basa en un juego de puertas de despachos que se abren y se cierran de golpe. Es un modo muy gráfico de caricaturizar el carácter arrollador del ministro, quien en su loca carrera diaria por los pasillos del ministerio hace retumbar las paredes del viejo edificio con los portazos que da, levantando a su paso un torbellino de papeles que vuelan con las corrientes de aire. Al hablar es igual, lo que obliga a Thierry Lhermite a un enloquecido tour de force verbal.
Niels Arestrup está genial en la réplica, haciendo las veces del calmado jefe de gabinete que trata de controlar la situación con un tono exageradamente relajado, que se rompe en mil pedazos por culpa del hilarante diálogo sobre la anchoa del Cantábrico, mano a mano con el protagónico Raphaël Personnaz.
Dirección: Bertrand Tavernier.
Guión: Antonin Baudry, Christophe Blain y Bernard Tavernier, sobre el cómic de Antonin Baudry y Christophe Blain.
Producción: Frédéric Bourboulon y Jérôme Seydoux.
Intérpretes: Thierry Lhermitte, Raphaël Personnaz, Niels Arestrup, Julie Gayet, Anaïs Demoustier, Bruno Raffaelli, Thomas Chabrol, Jane Birkin.
Fotografía: Jérôme Alméras.
Música: Philippe Sarde.
Montaje: Guy Lecorne
País: Estado francés. 2013.