Jagoba Arrasate hizo ayer lo que debía, asumir que las posibilidades de conseguir un resultado positivo en el Camp Nou son casi nulas en cualquier situación y que jugadores importantes necesitaban un descanso. Por eso introdujo siete cambios con respecto al equipo que presentó el sábado contra el Málaga y lástima que no fueran más, porque Xabi Prieto era uno de los que debía descansar y fue uno de los dos jugadores que tuvo que ser sustituido tras fuertes golpes.

El de ayer era un partido difícil para un entrenador que hizo lo más impopular, pero lo más inteligente. El equipo dejó claro el sábado, sobre todo Carlos Vela, que necesitaba frescura y la única forma de recuperarla es con la ausencia de competición. La Real podía haber presentado a los once jugadores teóricamente mejores y no tenía ninguna opción de ganar en el Camp Nou y eso iba a impedir tener al equipo fresco contra el Sevilla el sábado en Anoeta.

Por eso el de ayer no era un partido para una simple rotación, era necesario dar descanso a muchos jugadores, aunque Arrasate quiso mantener referencias importantes como Bravo, Iñigo Martínez, Markel y Xabi Prieto, a los que se sumaban titulares hasta ahora como De la Bella, Griezmann y Seferovic para presentar un equipo digno para no encajar un resultado de escándalo y lo consiguió.

Era el único objetivo que se podía marcar ayer la Real porque es tanta la diferencia con el conjunto azulgrana que puntuar en el Camp Nou es un objetivo casi imposible y son tan pocas las opciones que ayer estaba justificado plenamente el planteamiento de Jagoba Arrasate.

Un larguero de inicio

Y eso que la Real comenzó bien con dos buenas opciones en el primer minuto, en un mal disparo de Markel desde fuera del área y en un lanzamiento con la derecha de Seferovic que se estrelló contra el larguero.

El partido terminó pronto porque sin hacer nada el Barcelona marcó tres goles en 22 minutos. Especialmente doloroso resultó el primero en un centro de Alexis que no ofrecía ningún peligro, que podía despejar Cadamuro o blocar Bravo, pero pareció que el portero pedía el balón al central y ninguno de los dos lo fue a buscar y Neymar se lo encontró para entrar con él en la portería.

El Barcelona jugó a placer, sobre todo en el primer tiempo. Martino presentó su mejor once y, ante una Real de circunstancias, con el primer partido de titulares de Ros y Sangalli en Primera, los locales fueron muy superiores. Después de todo lo comentado tras la mayor posesión que tuvo el Rayo Vallecano el sábado, la vuelta de Busquets e Iniesta al once, en compañía de Xabi, hizo que los azulgranas se apoderaran del balón y llegaran a tenerlo el 72% del partido.

Es un dato que refleja la superioridad del Barcelona, pero no está tan lejos de lo que ha sido siempre norma en el Camp Nou. Cuando un equipo es tan superior y se pone con un 3-0 en el minuto 22 el único objetivo que se puede marcar es el que podía desearse desde el inicio con la apuesta de Arrasate de dar descanso a los jugadores que había alineado el sábado. No encajar un resultado escandaloso y que no hubiera más lesiones, sobre todo después de que Xabi Prieto y Estrada tuvieran que dejar el partido con sendas contusiones.

Mejor segundo tiempo

La Real lo logró en el segundo tiempo. El Barcelona tampoco quiso ensañarse con los blanquiazules, que por lo menos jugaron con más criterio el balón y consiguieron recortar distancias en una jugada en la que Agirretxe demostró su calidad con un gran control y la asistencia que aprovechó De la Bella para marcar a puerta vacía.

Luego Bartra estableció el resultado definitivo, pero por desgracia un 4-1 en el Camp Nou es un marcador hasta decoroso, el segundo mejor de la Real en sus cuatro visitas tras el ascenso. Tampoco los números fueron tan escandalosos. Los blanquiazules realizaron nueve remates a portería y seis fueron entre los tres palos, justo la mitad que el Barcelona. A ver cuantos equipos consiguen a partir de ahora esos datos contra los azulgranas si juegan con el once de ayer...

Es triste, pero la Liga es así, hay dos equipos infinitamente superiores a los demás y probablemente en toda la temporada no dejen escapar en sus campos más puntos que los que se quiten entre ellos y el Atlético de Madrid. Los otros están en otra dimensión y Arrasate hizo bien en priorizar el partido del sábado e intentar recuperar la frescura de sus jugadores. Eso no garantiza que la Real vaya a ganar al Sevilla, pero así tendrá muchas más opciones y para ello había que hacer lo que hizo. La pena fue que sacó hasta demasiados titulares. Prieto y Markel ni debían haber viajado.