Hacer los deberes o hacer propaganda
El Parlamento de Gasteiz acoge hoy un pleno monográfico sobre fiscalidad que llega marcado por el acuerdo suscrito la semana pasada entre PNV y PSE con implicaciones directas en esta materia, aunque, de forma sorpresiva, las propuestas de resolución consensuadas por ambos partidos no recogen las concreciones impositivas del pacto. En todo caso, la Cámara asistirá a un debate sobre una cuestión clave en la política económica que no solo determina los ingresos y capacidad de gasto de las instituciones, sino que es fundamental para una equitativa distribución de la renta.
Algunos grupos llegan al pleno tras haber protagonizado en los últimos años sustanciales cambios en su posición sobre política fiscal, en algunos casos auténticas volteretas a las que se han visto empujados no por su propia convicción, sino por necesidad. El desplome en la recaudación durante varios ejercicios ha obligado a determinados agentes a tragarse más de un sapo doctrinal y emprender el camino que ya habían empezado a recorrer otros entre fuertes críticas de los conversos. Las hemerotecas son crueles en algunas ocasiones.
Puede decirse que hay formaciones e instituciones que han entrado al debate a regañadientes, y que buscan en cualquier medida adoptada en este ámbito una contrapartida en términos de publicidad. Por contra, hay quien desde el conocimiento de la capacidad transformadora que tiene la fiscalidad, lleva tiempo tratando de revertir una política que ha beneficiado al capital y a las grandes empresas en detrimento de las rentas del trabajo. En este contexto se entiende la propuesta de EH Bildu para aumentar la presión fiscal sobre las grandes fortunas y las rentas del capital, y también el anuncio por parte de la Diputación de Gipuzkoa de que espera tramitar el nuevo Impuesto de Sociedades antes de que concluya el presente ejercicio. El Ejecutivo guipuzcoano pondrá en las próximas semanas el proyecto a disposición de las Juntas Generales, donde el PSE, que firmó un acuerdo fiscal con Bildu y Aralar, verá retratada su coherencia, igual que hoy en Gasteiz. Porque no es lo mismo hacer los deberes que hacer propaganda.