Una isla de lodo y rocas emerge tras el seísmo en Baluchistán, que deja al menos 328 muertos
GARA | QUETTA
Los servicios de rescate y lugareños desesperados buscaban supervivientes entre los escombros provocados por un terremoto que dejó al menos 328 muertos y afectó a decenas de miles de personas en Baluchistán.
El seísmo de magnitud 7,7, ocurrido el martes cerca de la ciudad de Awaran se sintió en India y en Irán e incluso «creó» en la costa del mar Arábigo una isla de lodo y rocas de unos 20 metros de alto, 40 metros de largo y un centenar de ancho. Los investigadores descubrieron burbujas de metano subiendo a la superficie, lo que sugiere que esta isla nació por la presión del gas desprendido por el seísmo, que hizo que el lodo y las rocas subieran a la superficie del agua.
El sur de Baluchistán paquistaní se sitúa en el cruce de las placas tectónicas india y arábiga, lo que explica la intensa actividad en la región. Un montículo rocoso muy parecido a este emergió en el mismo lugar en 1945 después de un terremoto de magnitud 8,1 y acabó desapareciendo bajo las aguas.
En 2005, un terremoto de magnitud 7,6 en Cachemira causó 73.000 muertos y privó de hogar a millones de personas, en una de las peores catástrofes naturales de la historia de Pakistán.
«Es difícil estimar el alcance de las pérdidas porque esta región es grande y está llena de aldeas pequeñas», manifestó Muhamad Said Aliem, jefe de la Autoridad de gestión de catástrofes.
Las autoridades intentaban ayer salvar la vida de los heridos, pero la tarea es ardua. «No hay ningún lugar donde podamos tratar a los heridos en hospitales locales. Intentamos trasladar a los heridos graves a Karachi en helicópteros y los otros a los distritos vecinos», contó a AFP Jan Muhamad Baledi, portavoz del Gobierno baluche. La aldea de Dalbedi, a la salida de la ciudad de Awaran, parecía un campo de batalla con sus 250 casas completamente destruidas.
«Lo hemos perdido todo, incluso la comida quedó sepultada bajo los escombros y el agua de los pozos no es potable», relató Noor Ahmed, un granjero. «Los socorristas buscan cuerpos entre los escombros pero nuestra verdadera prioridad es transportar a los heridos a los hospitales cuanto antes», precisó Azad Gilani, ministro provincial de Interior.