Amanecer Dorado: apoyado por poderes fácticos, «los días de tolerancia» están lejos de terminar
La muerte del conocido músico y militante antifascista, Pavlos Fyssas, a manos de un miembro de Amanecer Dorado, además de provocar una ola de manifestaciones de protesta, ha arrojado luz sobre qué tipo de connivencias y apoyos tiene. Multitud de evidencias indican que está siendo financiado por armadores, entrenado en campamentos por miembros de las fuerzas especiales, ha infiltrado la Policía y cuenta con una organización y una cadena de mando paramilitar. Y ese movimiento que hace cuatro años era un paria político con un 0,29% del voto hoy es la tercera fuerza de Grecia, tiene ambiciones globales y una estrategia político-militar definida. Aprovechándose del momento, de la crisis que está desmantelando los servicios básicos griegos y empobreciendo a la población, se presentan como salvadores ante la deriva. Primero atacan a inmigrantes y puestos de venta ambulante, ahora a músicos antifascistas y después ambicionan la toma del poder.
«Los días de tolerancia han terminado», decía ayer en una pancarta en Atenas. Mientras Amanecer Dorado cuente con apoyo y cobertura de los poderes fácticos griegos, sus días están lejos, muy lejos, por desgracia, de terminar.