Nueve jóvenes de Amurrio, para los que la Fiscalía pide 25.000 euros de multa, fueron juzgados ayer en Gasteiz. Los hechos se remontan a febrero del año pasado, cuando los acusados ocuparon la casa Landazuri de la localidad alavesa.

Los nueve procesados asumieron los cargos de ocupación que se les imputa, señalando que su intención era y es «conseguir un lugar público y autogestionado en el pueblo». El fiscal mantuvo la acusación, mientras que la defensa pidió la absolución.

Muestra de la firmeza en su defensa es que, tal y como señaló a GARA Galder Barbado, uno de los acusados, el fiscal trató de llegar a un acuerdo con los jóvenes antes de la vista. Les ofreció cumplir mes y medio de trabajos sociales, lo que no aceptaron los jóvenes de Amurrio.

Durante la vista, además de la ocupación se les imputó destrozos: «El testigo de la Ertzaintza nos acusa de haber roto puertas, pero en su declaración posterior el testigo de la Policía Local lo negó». Ahora, deberán esperar alrededor de dos semanas para conocer la sentencia.

Lo que sí se aclaró durante la jornada de ayer fue desde dónde llegó la denuncia. La Ertzaintza apuntó al Ayuntamiento de Amurrio, gobernado por el PNV, como denunciante. Amurrioko Gazte Asanblada (AGA) ya señaló en su día a los mandatarios de la localidad alavesa, mientras que estos negaron la mayor y acusaron a los jóvenes de mentir y de «utilizar amenazas que se creían olvidadas en este país».

«Reokupación»

Al mismo tiempo que los jóvenes alaveses eran juzgados en Gasteiz, más de 70 personas se concentraron frente al juzgado de Amurrio como muestra de solidaridad.

Una vez finalizada la movilización, decenas de personas volvieron a ocupar la casa Landazuri, donde se plantaron para realizar actividades a lo largo de todo el día. Desde AGA recordaron que llevan más de seis años «tratando de conseguir un lugar autogestionado» en Amurrio, donde, según denuncian, no hay un espacio público en el que los jóvenes puedan juntarse, dar respuesta a sus problemas y plantear alternativas. «Ejemplo de ello son también las ocupaciones del edifico público Matías de Landaburu y de la escuela en desuso, además de otras tantas actividades», explicaron.

Los jóvenes convocaron una asamblea abierta a la que invitaron a participar tanto a vecinos vecinos de Amurrio como de los alrededores y que se pudo celebrar pese a la aparición de la Policía Local. En ella se decidió poner fin a la «okupación» y convocar una asamblea popular para el sábado, donde debatirán cómo hacer frente de ahora en adelante a la cuestión del gaztetxe.