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Un intento de romper el silencio de Bosnia desde la mirada de una turista
La directora bosnia Jasmila Zbanic recrea en «For those who can tell no tales», que se presentó ayer en sección oficial, la historia de Kym Vercoe, una turista australiana que en un viaje a Bosnia, descubre por casualidad que en el hotel donde se aloja fueron violadas y asesinadas cerca de 200 mujeres durante la guerra de los Balcanes.
Ane ARRUTI | DONOSTIA
El puente sobre el río Drina que se nombra en una de las novelas del premio Nobel de Literatura Ivo Andric fue lo que atrajo a la actriz y dramaturga australiana Kym Vercoe a visitar el pueblo de Visegrado, en Bosnia. Tal como recomendaba la guía que había conseguido, se alojó en el hotel Vilina Vlas, desconociendo que unos veinte años atrás habían sido allí violadas y asesinadas cerca de 200 mujeres. Al conocer la historia, ya en Australia, Vercoe volvió a Visegrado, esta vez con intereses que iban más allá de sacarse una fotografía en el puente.
Todas estas vivencias las trasladó al teatro y la realizadora Jasmila Zbanic (Sarajevo, 1974), ganadora del Oso de Oro en Berlín por «Grbavica», las ha llevado al cine en «For those who can tell no tales» (Para aquellos que no pueden contar cuentos). «Creo que es fantástico que alguien a quien no le pertenece esa historia pueda sentirla. Es una gran esperanza para el pueblo bosnio y para los seres humanos que se reconozca algo que ellos no han podido contar», señaló Zbanic.
Con «Grbavica», donde la protagonista era una madre soltera que había sido violada en el Sarajevo de la postguerra, la cineasta tuvo problemas para exhibirla en varias ciudades. Con este film quiere continuar trabajando contra ese «código de silencio» establecido en los Balcanes, por una parte, «porque las víctimas suprimen todo lo que ha pasado para poder seguir viviendo», pero también porque interesa que no se hable de ello.
«En Bosnia, como en cualquier otro país en el que ha terminado la guerra, en el sistema educativo, en la política, en el Gobierno están los que formaban parte de la guerra. Se capturó a algunos criminales, pero los menos importantes siguen ahí y nadie quiere juzgarlos. Quieren mantener el poder y por eso para ellos es importante que no salgan este tipo de películas y que la gente no hable», dijo la directora. Añadió que «también los representantes de la Unión Europea nos empujan a olvidar».
El autor de la guía que recomendaba el hotel, un norteamericano que lleva viviendo veinte años en Bosnia, también aparece en la película, y expresa que es mejor olvidar algunas cosas para que el país salga adelante, argumento con el que rechazó Zbanic.
Zoran Solomun, guionista junto a la directora y la actriz principal, confesó que, al no tener nombre musulmán, se le hizo más fácil poder investigar sobre lo que pasó en Visegrado.
La directora confesó que su deseo es que la película pueda distribuirse con normalidad en su país, para después crear un debate, para poco a poco ir acabando con ese código de silencio.
La directora Jasmila Zbanic ganó el Oso de Oro de Berlín con su película «Grbavica», que también tenía como tema central las violaciones durante la guerra. Tuvo problemas de distribución en su país y espera que esta película se pueda proyectar tanto en Sarajevo como en Visegrado.
«Se capturó a algunos criminales, pero los menos importantes siguen ahí y nadie quiere juzgarlos. Quieren mantener el poder y por eso para ellos es importante que no salgan este tipo de películas y que la gente no hable», dijo la directora.