El Ministerio español de Sanidad precisó ayer que el copago de los medicamentos que se dispensan en las farmacias hospitalarias a enfermos graves o crónicos no ingresados entra en vigor «a partir» del 1 de octubre -el martes de la próxima semana- pero no «necesariamente» ese mismo día. Es decir, que aquellas comunidades autónomas cuya logística no les permita aplicar el copago desde el día 1 podrán hacerlo posteriormente, cuando tengan la capacidad de gestionar la forma de ponerlo en marcha, según explicaron a la agencia Efe fuentes del citado ministerio.

Lo cierto es que muchas comunidades ya habían anunciado que no iban a ejecutar esta medida la próxima semana; algunas alegaron problemas técnicos y otras, como en el caso del Gobierno de Lakua, reclamaron a la ministra Ana Mato que «reconsidere» la implantación del copago de farmacia hospitalaria. El Gobierno navarro, que se mostró más cauto en su primera reacción y se escudó en que no puede «saltarse las leyes», se sumó ayer a quienes piden que Madrid dé marcha atrás, al entender que no va a conseguir el efecto disuasorio ni recaudatorio que busca y que, además, «no está claro cómo hay que aplicarlo».

Así lo manifestó la consejera de Salud, Marta Vera, que añadió que «el paciente no tiene por qué pagar cuando de lo que se trata es de conseguir controlar un gasto farmacéutico en hospitales».

No obstante, como incidieron desde el Ministerio de Sanidad, en teoría a partir del martes los pacientes no ingresados en hospitales deberán pagar un 10% (con un máximo de 4,20 euros por envase) por los medicamentos dispensados en las farmacias hospitalarias para tratar enfermedades graves o crónicas.