PLENO MONOGRÁFICO SOBRE FISCALIDAD
El PSE evita votar las medidas que ya había apoyado en Gipuzkoa
Tal y como se esperaba, el pacto fiscal entre PNV-PSE fue aprobado en el pleno que tuvo lugar ayer en el Parlamento de Gasteiz, donde el partido de Patxi López esquivó la votación de varias propuestas de la coalición soberanista que sí había apoyado en Gipuzkoa. Los votos de ambas formaciones bastaron para dar el visto bueno a una propuesta que no entra en detalles y cuya aprobación efectiva corresponde a las Juntas Generales, donde el juego de mayorías varía.
Iraia OIARZABAL | GASTEIZ
Sin mayores sorpresas, el pacto fiscal entre PNV y PSE, en cuya presentación no se desgranaron ni contenidos ni cifras concretas, recibió ayer el visto bueno del Parlamento de Gasteiz con los únicos votos a favor de ambas formaciones, aunque su aprobación efectiva corresponde a las Juntas Generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. En la votación, EH Bildu y PP se abstuvieron, mientras que el único parlamentario de UPyD votó a favor de algunos puntos.
Todo ello en un pleno monográfico sobre fiscalidad -el tercero en tan solo año y medio- en el que el PSE esquivó la votación de varias propuestas de la coalición soberanista que a día de hoy ya están en vigor en Gipuzkoa, precisamente con su apoyo.
La votación fue causa de polémica, ya que la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejeria, denegó la solicitud de EH Bildu para que sus propuestas fueran votadas una por una, a pesar de que el reglamento no lo prohíbe expresamente. Por esta razón, EH Bildu decidió no participar en la votación, aunque según explicó la parlamentaria Marian Beitialarrangoitia, de haberlo hecho, hubiera votado en contra de todas las propuestas.
El PP, por su parte, se abstuvo por la falta de concreción de una propuesta que, según criticaron los parlamentarios Antón Danborenea y Laura Garrido, supone una subida de impuestos «para todos», también para «las clases medias».
El rechazo de EH Bildu y PP mantiene la incógnita sobre el futuro del pacto en las Juntas Generales de Araba y Gipuzkoa, dado que Bizkaia es el único territorio donde PNV y PSE suman mayoría. Por tanto, para que la propuesta salga adelante en los otros dos herrialdes, requiere el apoyo de al menos una de las dos formaciones.
Una propuesta descafeinada
Durante el debate de la mañana se repitieron las críticas de los días anteriores en referencia a la falta de concreción del contenido del acuerdo entre PNV y PSE. Al respecto, el parlamentario del PSE Txarli Prieto reiteró que la falta de concreción persigue «respetar y facilitar el ejercicio de las competencias de las Juntas Generales» y «posibilitar espacios de encuentro con otros grupos que complementen este acuerdo».
En esta línea, el también parlamentario del PSE José Antonio Pastor reconoció que el pacto «no es todo lo que los socialistas quisiéramos conseguir», si bien finalmente no pudo conocerse la postura de su grupo hacia las propuestas de EH Bildu, que incluían medidas que no constan en el pacto de PNV y PSE como el desarrollo del Impuesto sobre Patrimonio, siguiendo el modelo del Impuesto sobre la riqueza y las grandes fortunas ya aprobado en Gipuzkoa.
El texto de la coalición soberanista incluía propuestas como eliminar el denominado escudo fiscal, el límite establecido en la cuota conjunta a pagar por el IRPF y el Impuesto de Patrimonio, para «evitar las vías de evasión fiscal», así como establecer un recargo sobre las viviendas que no son domicilio habitual para impulsar el uso de las viviendas vacías.
En materia de lucha contra el fraude, aboga por poner en marcha el «censo de contribuyentes de especial riesgo» o «facilitar la conexión directa en tiempo real entre las bases de datos de las diputaciones forales y la agencia estatal, garantizando la protección de datos».
Otro de los ámbitos en los que inicide la propuesta de EH Bildu es el referente al Impuesto de Sociedades, materia en la que también ha llegado a acuerdos con el PSE en la ponencia sobre política fiscal de las Juntas de Gipuzkoa. Así, insiste en la necesidad de que las empresas tributen «con arreglo a sus ganacias», motivo por el cual plantea «una deducción única y limitada para las inversiones en investigación y desarrollo», eliminando así «la actual maraña de deducciones» que son precisamente la vía de escape de muchas empresas a la hora de tributar.
Asimismo, insta a que «se ponga un tope a la aplicación de las deducciones, como máximo la reducción del conjunto de la cuota en un porcentaje del 25%, sea cual sea el número de deducciones acumuladas».
Las propuestas de EH Bildu, que incidían en la necesidad de conseguir las herramientas necesarias para avanzar hacia la soberanía también en materia fiscal, fueron rechazadas al recibir únicamente su voto a favor.
Por su parte, el PP realizó una única propuesta que insta a tomar medidas dirigidas a «favorecer la actividad económica y la generación de empleo, así como la ayuda a las familias y los pequeños ahorradores, los autónomos, los profesionales y las pequeñas y medianas empresas, bajando la presión fiscal que hoy soportan».
Escenificación
Durante la presentación de las bases del acuerdo de PNV y PSE, Alex Etxeberria (PNV) y Txarli Prieto (PSE) se limitaron a situar como principales objetivos la «equidad, progresividad, solidaridad, suficiencia y eficiencia». Entre las medidas propuestas se encuentran la necesidad de incluir nuevos tramos en el IRPF que no fueron concretados, aunque en el acuerdo firmado la pasada semana mencionan tipos del 46, 47 y 49% para los tramos más altos.
La misma falta de concreción se da en relación con las deducciones por vivienda habitual o Planes de Previsión Social Voluntaria. Las propuestas constatan la conveniencia de «revisar» estas deducciones, pero no precisan en qué medida.
El pacto incide también en la figura del Órgano de Coordinación Tributaria a la hora de armonizar posibles desigualdades entre territorios, dado que serán las Juntas Generales las que determinarán la propuesta.
Con todo, EH Bildu y PP coincidieron en que el acuerdo tiene más calado político que fiscal y que el pleno de ayer respondía más a una «escenificación» del que consideran un primer paso hacía un pacto de gobierno.
Las medidas aprobadas en Gipuzkoa por EH Bildu y PSE, y que fueron presentadas por la coalición, plantean entre otras cuestiones eliminar la «maraña de deducciones» que se convierten en una vía de escape para muchas empresas.
El enfado de EH Bildu tras lo ocurrido en la votación era notable y así lo hicieron saber las parlamentarias Marian Beitialarrangoitia y Leire Pinedo en una comparecencia una vez terminado el pleno. En primer lugar, afirmaron que el reglamento en ningún momento prohíbe votar los puntos de manera separada, tal y como solicitó la coalición soberanista. Según cita textualmente el Reglamento, «un grupo parlamentario podrá solicitar la votación separada de uno o varios puntos de las iniciativas sometidas a debate», a lo que añade que «la presidenta admitirá dicha votación separada siempre que sea aprobada por el proponente de la iniciativa», que en este caso sería EH Bildu en ambos casos.
Así las cosas, Beitialarrangoitia acusó a la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejeria, de hacer una lectura interesada del Reglamento y de «fraude» a la ciudadanía poniendo los intereses partidistas por encima de los del conjunto de la sociedad vasca, puesto que, según destacó la parlamentaria, la ciudadanía tiene derecho a conocer lo que propone cada grupo político. En este sentido, remarcó que varias de las propuestas presentadas por EH Bildu y que no pudieron votarse de manera individual son «calcadas» a lo pactado en su día con el PSE en Gipuzkoa. Por ello, creen evidente que lo ocurrido en la votación responde a la «necesidad de algunos de tapar sus vergüenzas y cambios de rumbo». En concreto, opinó que fue una «artimaña» que buscaba «ocultar las contradicciones del PSE, que ahora se opone a lo que votó hace pocos meses».
Respecto a esta cuestión, la presidencia de la Cámara aseguró a través de un comunicado que lo que contempla el Reglamento es que un grupo pueda solicitar la votación por puntos de una iniciativa presentada por un tercero. «Se entiende que el grupo que solicita la votación por separado lo hace porque quiere votar de forma diferente los distintos puntos. El Reglamento no contempla la posibilidad de que un grupo proponga que se voten por separado uno o varios puntos de su iniciativa porque se da por hecho que está de acuerdo con todo el contenido de la misma», añadió, y defendió «la imparcialidad» a la hora de aplicar el Reglamento de la Cámara».
La propuesta de PNV y PSE no incluye cambios en Patrimonio por considerar que la reforma ha sido modificada recientemente. EH Bildu plantea instaurar el Impuesto sobre la riqueza y las grandes fortunas pactado en Gipuzkoa.
En cuanto al IRPF, la coalición abertzale propone aumentar la progresividad del IRPF (46, 47 y 49%) en los tramos más altos, una medida similar a la que aparece en el pacto PNV-PSE aunque ayer no terminaron de concretarse.
Durante el debate de ayer, PP y UPyD apelaron en varias ocasiones a la «similitud» de la propuesta de PNV-PSE con el modelo fiscal de Gipuzkoa, motivo por el que se cuestionó en varias ocasiones por qué el PSE no lo había presentado con anterioridad.