Esperemos lo mejor y preparémonos para lo peor
«Prisoners»
Mikel INSAUSTI
Si el director es la estrella, la de esta 61 edición ha sido sin duda el québécois Denis Villeneuve. Ahora juega en las ligas mayores y lo hace de maravilla, con una entrada en Hollywood por la puerta grande. Los 46 millones invertidos en «Prisoners» han valido para refrendar lo que ya es una película de culto, a la que se ha comparado con «Seven», pero que en mi modesta opinión supera al famoso thriller sobre asesinatos en serie de David Fincher. Si «Enemy» sabía extraño como un buen Cronenberg, en su segundo título presentado en Donostia el excitante y amargo retrogusto que deja es chef Villeneuve.
No está de más reconocer que ha contado para la ocasión con un guión que es una obra maestra, pero ocurre que viene firmado por un perfecto desconocido, al que habrá que tener muy en cuenta de aquí en adelante. El nombre de Aaron Guzikowski solo había aparecido en los créditos de «Contraband», un remake de una película islandesa escrito para Baltasar Kormákur. Por lo tanto, «Prisoners» es la primera historia de cosecha propia que llega a la gran pantalla y la que va hacer subir su cotización de la noche a la mañana.
A las más dos horas y media que dura «Prisoners» no le sobra un solo segundo. La tensión se mantiene desde el primer plano al último, sin bajar el ritmo de la siempre inquietante y sobrecogedora narración en ningún instante. Es el thriller más absorbente y poderoso de lo que llevamos de década, con una violencia que golpea y hace pensar a la vez sobre el poder incontrolado que ha adquirido la institución familiar dentro de la sociedad estadounidense.
En nombre de la familia se asesina y se vengan crímenes, creando una espiral mortífera a la que no escapa un sistema judicial y policial preso de esa misma brutalidad instaurada a todos los niveles. El personaje del padre justiciero encarnado por Hugh Jackman representa la mentalidad del 11-S, según la cual el sueño americano sigue esperando días mejores, pero preparándose para los malos que queden por venir. Villeneuve lo describe como un laberinto sin salida.
Dirección: Denis Villeneuve.
Guión: Aaron Guzikowski.
Producción: Broderick Johnson, Kira Davis, Andrew A. Kasove y Adam Kolbrenner.
Fotografía: Roger A. Deakins.
Música: Jóhann Jóhannsson.
Montaje: Joel Cox y Gary D. Roach.
Intérpretes: Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal, Paul Dano, Viola Davis, Terrence Howard, Melissa Leo, Maria Bello.
País: EEUU. 2013.
Duración: 153 minutos.