Mundial de Florencia
Rui Costa redondea un año inolvidable
Ganador de dos etapas en el Tour y otras dos en la Vuelta a Suiza, se vistió el maillot arco iris desafiando con valentía el dominio de la selección española.
Asier AIESTARAN
Rui Costa redondeó un año para enmarcar con su espectacular triunfo en el Mundial de Florencia. El portugués, ganador de dos etapas en el pasado Tour y de otras dos en la Vuelta a Suiza, donde también se adjudicó la general, superó a Joaquim Rodríguez en el mano a mano que decidió el maillot arco iris. Por detrás, Alejandro Valverde batía a Vincenzo Nibali para hacerse con el bronce más amargo.
Fue un desenlace inesperado, ya que el propio corredor catalán fue el que rompió el ya reducido grupo de favoritos en el último paso por el Fiesole, con cuatro kilómetros de subida a diez de meta. Nibali, que había sido capaz de alcanzar al grupo tras una caída en la penúltima vuelta al circuito, fue el único que pudo aguantar su rueda.
Nada más coronar, Valverde y Rui Costa se unían a los dos corredores de cabeza, formando el cuarteto que se iba a jugar las medallas. La selección española contaba con dos representantes, por lo que les tocó llevar el peso de la carrera. Joaquim fue el encargado de lanzar los ataques, mientras que Valverde esperaba agazapado confiando en su mayor punta de velocidad.
De hecho, «Purito» entró en el último kilómetro con una ventaja considerable, pero entonces llegó la reacción de Rui Costa. El luso del Movistar, que ya había anunciado su fichaje por el Lampre, salió con todo a por el catalán, mientras que Valverde, fundido según reconoció después, se quedaba a rueda de Nibali. Y en una última recta agónica, Rui Costa fue capaz de alcanzar a Joaquim y batirlo.
Marcado por la lluvia
El Mundial estuvo marcado por la incesante lluvia, que añadió más dureza a un recorrido de 272 kilómetros muy exigente. De hecho, los abandonos se multiplicaron en los primeros kilómetros -el de Samuel Sánchez, por ejemplo-, y varios corredores sufrieron caídas. Así, hombres llamados a estar arriba, como el australiano Cadel Evans o el estadounidense Chris Horner tuvieron que retirarse antes de tiempo tras verse involucrados en alguno de esos accidentes. El citado Nibali, en la penúltima vuelta, o el colombiano Rigoberto Urán, en la última, también se fueron al suelo.
El que no se amilanó ante el mal tiempo fue el polaco Bartosz Huzarski, que se fugó nada más tomar la salida y aguantó en cabeza hasta el penúltimo paso por el Fiesole, a unos 25 de meta. Casi 250 kilómetros de aventura en los que estuvo acompañado por el checo Jan Barta, el austríaco Mathias Brandle, el venezolano Yonder Godoy y el tunecino Rafaa Chtioui, que se fueron descolgando uno a uno. Ya en la parte final, fue el italiano Giovanni Visconti el que llegó a su rueda, antes de que ambos fueran absorbidos por un pelotón en el que seguían vivos los vascos Jonathan Castroviejo y Egoi Martínez, quien no pudo terminar.
Comenzaba el juego táctico entre los favoritos, con clasicómanos como Cancellara, Sagan o Gilbert afilando los dientes, pero el ataque de Joaquim demostró que para ganar este año había que ser buen escalador.
El nuevo campeón del mundo lloraba de alegría, y de incredulidad, tras cruzar la línea de meta. «El objetivo de toda mi carrera era llevar este maillot, no doy crédito. Tenía esta meta marcada dentro de mí y he estado preparándome para esto desde que terminó el Tour. Un campeonato del mundo es como una lotería y es complicado ganarlo», destacaba el portugués en la rueda de prensa ofrecida en el Nelson Mandela Forum.
«Un campeonato del mundo es una carrera difícil, y más una carrera como esta, con tanta lluvia. Durante las tres primeras horas hemos soportado mucha agua. Y en una competición siempre tienes altibajos. En algunos momentos no me encontraba bien, pero en la última vuelta las sensaciones han mejorado. Sabía que debía estar atento en Fiesole y supe salir al ataque de cinco corredores que se fueron. Sabía que en Via Salviati sufriría -tal y como sucedió-, y sabía dónde debía atacar para poder cazar a Joaquim y jugármela con él al sprint», añadió el corredor del Movistar.
También lloró Joaquim Rodríguez, pero en este caso fue por la rabia de verse superado en el último metro. «No me vale la medalla, y a Alejandro tampoco. Estamos acostumbrados a ganar pero nos falta el Mundial. La medalla sabe amarga porque podíamos haber ganado. Hubiese sido la carrera de mi vida si la hubiera ganado. En un Mundial lo que vale es ganar. La carrera perfecta ha sido la de Rui Costa y no queda otra que darle la enhorabuena», insistió.
Alejandro Valverde, finalmente, reconoció ante la prensa que «lo suyo era que saliese [a por Rui Costa] pero tampoco podía más. Ha salido en una curva bastante complicada y Nibali ha hecho el amago de ir a por él, pero se ha parado y cuando he querido reaccionar ya me llevaba diez metros».
A.A.
El Sky confirmó que su corredor Jonathan Tiernan-Locke está siendo investigado por la UCI a causa de «una posible discrepancia en sus datos del pasaporte biológico», y que el ciclista inglés no competirá con el equipo mientras prepara las alegaciones pertinentes.
El irundarra Juanma Garate ha renovado para una temporada con el Belkin, según anunció ayer el propio equipo holandés. Mikel Nieve, por su parte, ha reconocido que tiene un acuerdo con el Sky para dos campañas, pero que no firmará hasta solucionar el tema Euskaltel.
