La dimisión de los cinco ministros del PDL desata una tormenta política en Italia
GARA | ROMA
La dimisión el sábado de cinco ministros del partido de Silvio Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL), que formaban parte del frágil gobierno de coalición entre el centro-izquierda y la centro-derecha, ha sumido a Italia en otra tormenta política.
El primer ministro, Enrico Letta, calificó esta decisión de «loca e irresponsable, totalmente destinada a proteger los intereses personales» del magnate milanés ante la Justicia.
El Senado tiene que decidir este viernes si retira el escaño a Berlusconi por su condena a un año de prisión por fraude fiscal, lo que implicaría la pérdida de su inmunidad parlamentaria a la espera de nuevos juicios, entre ellos el denominado «Rubygate» por prostitución de menores y abuso de poder.
La pelota se encontraba ayer en el campo del presidente Giorgio Napolitano, reunido durante todo el día con Letta. Durante un desplazamiento a Nápoles, manifestó que solo disolvería las Cámaras «si no tenía otra solución».
La prensa italiana condenó estas dimisiones -que se producen en un momento económico y político muy delicado del país- con titulares como «Locura», «Indigno», «El condenado hace naufragar a Italia».
«La política italiana se ha vaciado de sentido y está privada de horizonte», lamentó el constitucionalista Stefano Rodotà.
Todo deberá decidirse en los próximos días, probablemente mañana, en el Parlamento. «Cada uno asumirá su responsabilidad ante el país», dijo Letta, quien espera acercar a los parlamentarios de centro-derecha hartos de las salidas de tono de Berlusconi y formar una nueva mayoría. Il Cavaliere, por su parte, pidió la convocatoria de elecciones anticipadas.