El Partido Conservador del primer ministro británico, David Cameron, inició ayer en Manchester su congreso anual con llamativas promesas económicas y una postura firme hacia Europa ante la amenaza del antieuropeo partido UKIP.

Los tories rindieron homenaje a una de sus grandes figuras, la exjefa de Gobierno Margaret Thatcher, fallecida este año, para dar comienzo a un encuentro que celebrarán hasta el miércoles, a menos de dos años de las elecciones generales previstas para mayo de 2015.

Los conservadores se reivindicaron como «la única formación capaz de mejorar el nivel de vida de la clase media con medidas como facilitar la compra de viviendas».

En declaraciones a la cadena de televisión pública británica BBC, Cameron afirmó que su Gobierno debe recortar los impuestos, crear más empleo y ajustarse a sus planes de reducción de déficit para garantizar que la recuperación económica se mantiene.

Sobre la UE, mostró su deseo de realizar una renegociación «muy radical» de las relaciones y no descartó salirse de la Convención Europea de Derechos Humanos si ello le impide deportar a inmigrantes y a quienes cometan delitos.