Yolanda Barcina llegó ayer al Parlamento con la única intención de aguantar el chaparrón. Si acaso, andaba un poco tocada por su enfrentamiento con Miguel Sanz, después de que el expresidente reabriera el martes las heridas en UPN. La presidenta sabía que toda la oposición reclamaría que se marche y que convoque elecciones cuanto antes. Pero eso para ella es el pan del día de cada pleno, algo a lo que siempre responde con los mismos argumentos de ayer: «Presenten una moción de censura». Y de postre, el consabido: «Fui elegida para cuatro años, y si no hay alternativa, dejen gobernar».

Justo antes de entrar al hemiciclo llegó el mensaje informando del archivo del «caso CAN» en Nafarroa, mediante el que la juez que más ha hecho sudar a la presidenta tiraba la toalla. Los gestos de alegría de consejeros como José Iribas y Marta Vera (que es la esposa del abogado de Sanz, todavía imputado por la Audiencia Nacional) se contagiaron por la bancada de UPN.

Barcina dedicó su discurso a asegurar que el pacto con el PSN debe mantenerse. Y dijo que la intención de Roberto Jiménez de pactar con Geroa Bai e Izquierda-Ezkerra tan solo es un farol. «No me resisto a pensar que el PSN, tras 30 años, cruce la línea roja del nacionalismo», afirmó la presidenta. Luego se creció utilizando el archivo del caso CAN para exigir «que respeten el auto aquellos que han utilizado políticamente a la justicia los últimos meses». Y añadiendo así leña al debate.

El único que se puso de perfil fue Juan José Lizarbe (PSN), que dijo que el archivo le parecía «lógico». El PSN, que ha tumbado tres veces la posibilidad de abrir una comisión de investigación en el Parlamento, indica que «no había más razón para mantener abierta la causa».

Pero ni siquiera comparte esta postura el presidente del PP en Nafarroa, Enrique Martín, quien dijo que la decisión judicial de ayer poco le importa y que lo que a él le interesa es el ámbito de las responsabilidades políticas.

Por parte de Bildu habló Maiorga Ramírez, quien sostiene que aún se está a tiempo para abrir una comisión de investigación. «Es evidente que el recurso de Yolanda Barcina y de los máximos responsables de la desaparición de CAN de derivar a los tribunales españoles una causa que se estaba investigando en Nafarroa ha surtido efecto en estos ámbitos, pero evidentemente la ciudadanía tiene pendiente conocer qué es lo que ha sucedido realmente».

Patxi Zabaleta aseguró que existen dentro de la caja «temas que se pueden sin duda investigar». El líder de Aralar sostiene que el funcionamiento de CAN «ha sido oscurantista, corrupto y alejado de todas las pautas que corresponden a la rectitud en la política».

Por su parte, José Miguel Nuin, de Izquierda-Ezkerra, aseguró que el archivo para nada «elimina la censura ética» de los actos cometidos por la presidenta navarra y su predecesor, en tanto que no llevaron a cabo «un comportamiento justo y adecuado en un responsable político y público».

Manu Ayerdi, de Geroa Bai, afirmó que todavía no se ha dado respuesta a la pregunta de por qué Nafarroa se quedó sin caja y cómo la CAN perdió mil millones de valor.

El debate sobre política general continuará hoy con la votación de resoluciones.