Tras copar el Palmarés en Donostia, «La herida» ve reforzado su estreno comercial
M. I. | DONOSTIA
No está nada mal para ser una ópera prima, porque «La herida» se llevó en Donostia el Premio Especial del Jurado y el Premio de Mejor Actriz para Marián Álvarez. El hasta ahora montador Fernando Franco debuta con una película dura, de las que ponen a prueba la madurez del espectador, junto con su capacidad de resistencia ante el dolor ajeno.
En una interpretación muy física, Marián Álvarez se comporta ante una cámara que siempre está encima de ella y la sigue obsesivamente como una mujer que sufre. Aunque en la película su enfermedad no es diagnosticada ni tratada, las notas de producción informan que se trata del borderline o trastorno límite de la personalidad. Lo que vemos son los síntomas externos, manifestados a través de autolesiones y una incapacidad frustrante para empatizar con los demás. Todo ello le conduce a una soledad dolorosa, y si los demás no la soportan, tampoco ella consigue aguantarse a sí misma. No hay nadie que la ayude, o que se interese por su problema. Familiares, amigos o compañeros de trabajo la tienen simplemente por rara.
Dirección: Fernando Franco.
Guion: Fernando Franco y Enric Rufas.
Producción: Koldo Zuazua, Roberto Butragueño, Samuel Martínez, Mario Madueño, Manuel Calvo y Fernando Franco.
Intérpretes: Marián Álvarez, Manolo Solo, Ramón Barea, Rosana Pastor, Ramon Agirre, Andrés Gertrudix, Luis Callejo.
Fotografía: Santiago Racaj.
Música: Ibón Rodríguez.
Montaje: David Pinillos.
País: Estado español. 2013. Duración: 98 minutos.