No había muy buenas sensaciones alrededor del estreno de la película «Runner Runner», principalmente debido a que el proyecto había ido perdiendo fuerza, al pasar Leonardo DiCaprio de ser el actor principal a figurar simplemente como productor ejecutivo

Además, el guion de Brian Koppelman y David Levien, habituales colaboradores de Steven Soderbergh, había ido a parar a manos de Brad Furman, un realizador con escaso bagaje.

Viendo «Runner Runner» se aprecia que el planteamiento inicial es interesante, pero la floja realización no acierta a mantener viva la atención del espectador durante la hora y media preceptiva, debido a que le falta el aliento y la tensión del cine negro.

El duelo interpretativo entre Justin Timberlake y Ben Affleck tampoco trasnmite fuerza, porque el segundo no da el tipo de villano. Lo novedoso de la ambientación en el mundo del póker online, con su trasfondo delictivo montado sobre el vacío legal existente de las apuestas en la red, pronto se diluye en medio de una intriga tópica rodada en escenarios exóticos de Puerto Rico.