Nos saldrán con el mantra ese de que es porque «el Estado de Derecho, en España, funciona». Pero lo que se dice funcionar, no lo debe hacer muy bien si un juez pone de patitas en la calle -sea con cargos o no; bajo fianza o no; con la obligatoriedad de presentarse en el juzgado cada quince días o no; con la prohibición de salir del territorio «nacional» o no; con pasaporte o sin él...- a dieciocho integrantes de una organización terrorista sin que nadie le llame a filas. Dieciocho terroristas que fueron arrestados en un operativo que movilizó a no se sabe cuántas decenas de agentes de las fuerzas del orden y que, justo tres días después, ven que la misma autoridad judicial que puso rúbrica a sus órdenes de arresto les abre la puerta de la calle. Nada más y nada menos.

A ver cómo digiere la Guardia Civil el feo que le acaba de hacer el señor Velasco. Dos años de investigación, según informó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que dieron lugar a la identificación de estos dieciocho peligros públicos, largas jornadas de trabajo para preparar todos los detalles del día D (o sea, el lunes pasado)... y total, ¿para qué? Para que a las 72 horas vuelvan por donde habían venido.

Y a ver cómo es capaz de explicar el propio Fernández Díaz que esas dieciocho ventosas que formaban parte del «tentáculo que vincula a ETA con el llamado Colectivo de Presos Vascos» no representan, 72 horas después, peligro alguno para el conjunto de la sociedad democrática.

Tengo también curiosidad por ver si se produce algún tipo de transformación en los titulares de prensa. Quizás, solo quizás, alguna cabecera se sienta tentada a recuperar del diccionario el término «presunto» para referirse a estas 18 personas que, hace unas pocas horas -no lo olvidemos-, eran sin duda delincuentes. O quizás, simplemente, lo que ayer era noticia de primera plana hoy no encuentre sitio ni en un breve.

La verdad, por lo que respecta a estas latitudes, pueden ir ahorrándose las explicaciones. Sabemos cómo funciona esto. Pero más allá del Ebro... Yo estaría algo mosqueado.