Maite SOROA
España va mejor
Ayer «La Razón» nos contaba su realidad con dos informaciones sobre dos instituciones por las que ese diario siente especial devoción.
Titulaba en portada sobre una gran foto del hijo del rey español y su esposa: «¡Viva la Monarquía!». Se preguntarán a qué viene esa euforia monárquica, como se preguntó servidora. Y resulta que no es que Juan Carlos Borbón haya cazado dos elefantes de un tiro o haya sido sorprendido bailando una samba, sino que, al parecer, ya está superada la crisis de popularidad de la familia real española. Y nos lo explicaba: «Al contrario que en la entrega del Cervantes el pasado abril, los vecinos de Alcalá de Henares recibieron con gritos de apoyo a los Príncipes en los actos del Día de la Policía, a los que asistió el ministro de Interior». Solo faltaba que hasta quienes no tienen nada mejor que hacer que acudir a los actos del Día de la Policía abucheasen al Borbón júnior.
Se le olvidaba al diario de Planeta decir que la recuperación del fervor monárquico es consecuencia del buen hacer del Gobierno de Rajoy, lo mismo que la «Tendencia positiva en la lucha contra el paro» de la que hablaba en un puntazo editorial. Los 31 parados menos de agosto en el Estado servían para decir que se estaba creando empleo, y los 25.572 nuevos parados de setiembre «son una mala noticia en sí mismos, pero constituyen el mejor dato de un septiembre en toda la crisis». Aquí también aquí se le olvidaba decir que ese «mejor» dato es debido a los contratos precarios. El caso es que «Septiembre es un mes tradicionalmente negativo para el empleo por el fin de la campaña estival». Así que «cabía esperar lo que se conoció ayer: que el paro rompió la tendencia bajista de los últimos seis meses y aumentó». Pero que a nadie se le ocurra hacer una lectura negativa de esos datos: «Negar que ha habido una mejoría en el empleo en 2013 es contravenir la realidad, porque se ha registrado un descenso del paro de 124.368 personas, el mejor balance desde 2006». Lo normal habría sido llegar a 20 millones de parados, ¿no? Y, es preciso insistir, esa «mejoría» ha sido posible gracias a reformas y medidas que se han cargado casi todos los derechos laborales conquistados en décadas. Pero bueno, dejémoslo ahí, porque para Marhuenda y compañía «Lo demás son discursos oportunistas y demagógicos». Pues nada, que viva Rajoy. Y la monarquía, claro. Qué pesadez...