LAB se sumó ayer a la jornada mundial de movilización que convocó la Federación Sindical Mundial (FSM) y la enfocó bajo la óptica de la negociación colectiva. Es un tema candente en la actualidad y que, tras la reforma laboral, ha elevado la conflictividad al otorgar a los empresarios todas las prerro- gativas legales para actuar en uno u otro sentido.

Tras una asamblea de delegados sindicales, celebró una manifestación que recorrió las calles céntricas de Bilbo hasta llegar a la sede de la patronal vasca, Confebask. Antes hizo una parada en la Subdelegación del Gobierno español, donde desplegaron una pancarta en favor de los prisioneros vascos, de una salida negociada del conflicto y en apoyo a los detenidos de Herrira, momento en el que algunos de ellos declaraban en la Audiencia Nacional.

La secretaria de Negociación Colectiva y Acción Sindical, Garbiñe Aranburu, explicó al inicio de la marcha que «el desempleo y la pobreza son las principales preocupaciones de la población». Bajo ese contexto, LAB analizó los pasos que dará en la negociación colectiva. «Esa realidad empeorará o agravará si no somos capaces de darle una solución a la negociación colectiva». En estos momentos «está bloqueada, los convenios están sin renovarse, han perdido vigencia y el efecto del 7 de julio está ahí. No podemos permitir que desaparezcan, que esos convenios no garanticen unos contenidos mínimos para solventar la situación grave que tenemos». Explicó que el 38% están sin cobertura de Negociación colectiva y «esa situación empeorará el 31 de diciembre, cuando algunos convenios pierden vigencia». Además, incluyó el hecho de que en empresas se ha prorrogado hasta el 31 de diciembre las condiciones laborales y salariales, «pero no sabemos qué pasará. Probable- mente, si no somos capaces de pararle los pies a la patronal, esa situación se va a agravar».

LAB adoptará «compromisos básicos» de cara a la negociación colectiva. «Defensa de que todos los trabajadores tienen derecho a la Negociación colectiva en su ámbito», dijo. Pero añadió que «no aceptaremos ningún despido, ni vía directa o indirecta, aumentando jornada o flexibilidad. Tampoco daremos por bueno -explicó Aranburu- rebajas salariales porque debemos garantizar el poder adquisitivo».

La dirigente de LAB dejó claro que «tampoco vamos a dar por válido que a las nuevas contrataciones se les apliquen peores condiciones, sea porque se les aplica el convenio estatal o el Estatuto de los Trabajadores».

Conflictividad

En este sentido, Aranburu afirmó que estos objetivos «son básicos», pero advirtió que son necesarios en este momento porque «por desgracia, Confebask no está por la labor de llegar a acuerdos mínimos de contenidos. Nos están planteando la no negociación y nos llevan a la conflictividad».

Estas propuestas LAB las llevará a las empresas, lo mismo que una estrategia de respuesta «ante los ataques que nos vengan por incumplimiento de convenios o descuelgue de los mismos. Vamos a llevar la lucha de los convenios sectoriales a las empresas, para generar ese debate. Allí donde no se dé respuesta positiva a los intereses de los trabajadores habrá conflictos y movilizaciones. Es la única opción que nos dejan. Hablamos de unos compromisos mínimos que deberían de ser aprobados por la mayoría de los trabajadores, así como el resto de sindicatos», finalizó.