Once ediciones respaldan la salud y el coraje del festival Etengabeko Zarata
Once grupos para dos días y dos días para prolongar el entusiasmo de once años del festival extremo Etengabeko Zarata, que se celebra hoy en Errenteria y mañana en Larratxo de Donostia.
P. CABEZA | DONOSTIA
«Han pasado ya once años desde el primer y casi accidental Etengabeko Zarata. Nadie, al menos no yo, pensaba que esto duraría tanto», confiesa el incombustible Angel Fresnillo, el músico y activista en decenas de grupos y festivales. Matiza también que esta edición es «la más ecléctica de todas porque actuarán grupos del más diverso pelaje y más que diversa procedencia».
Hoy, Etengabeko Zarata se celebra en la sala Niessen de Errentería, a partir de las 21.30. Es como un precalentamiento para la jornada del sábado. RAS son tolosarras con un despiadado grindcore. En breve editarán un elepé compartido con Kamorrah, quienes también son parte de la noche. Estos han realizado dos giras europeas y cuentan con varios discos compartidos. Infest llegan desde Baiona. En breve verán editado su tercer larga duración de la mano del sello polaco Everyday Hate. Han llegado hasta Rusia en sus giras. Titadine en una de las escasa bandas bizkaitarras dedicadas al grindcore. Son de Lekeitio y han publicado dos compartidos. Crisichrist son de Cantabria, grincore metalero con miembros de Cementerio Show.
El sábado los trastos se trasladan a CC Larratxo en Donostia y a una hora más temprana, las 19.30. Por el escenario pasarán Mugrocity la banda local, del barrio de Herrera, formados con miembros de Squassamento y Brutal Death. De Croacia son Bosonogo Djetinjstvo, d-beat crudo y sicodelia sesentera con pinceladas de post punk. Kru$h le pegan con intensidad al grindcrust. Speed Wolf llegan desde Colorado con su peculiar mezcla de thrash metal influido por la NWOBHM y el hc/punk. Y, finalmente, Criminal, grupo formado en Chile, pero ya residentes en Europa. Thrashmetal, death y jarkore.