La ministra de Empleo, Fátima Báñez, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que participaron ayer en un debate sobre las pensiones organizado por su partido en Toledo, tuvieron que escuchar las críticas a la reforma impulsada por su Ejecutivo que formuló la secretaria general de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados, Margarita García Durá.

«Hemos votado a este Gobierno, pero no nos ha consultado, sino solo informado, a hechos consumados. Perdemos poder adquisitivo que no vamos a recuperar en años», señaló García Durá, al tiempo que se quejaba de que el Gobierno ha sido «algo cicatero» en el establecimiento de una revalorización del 0,25%, «un incremento muy bajito», y se preguntaba si ésa es la forma de «premiar» a los pensionistas tras estos años de «dureza» económica.

García Durá añadió que reducir el sueldo de los funcionarios o congelar las pensiones es «muy fácil», pero se preguntó si el Gobierno de Rajoy, en su lugar, no debería haberse preocupado por la «viabilidad» de otros sistemas como «el de las autonomías».

Las reflexiones de la representante de los pensionistas recibieron la respuesta inmediata de Fátima Báñez, quien aseguró que ésta no es una reforma ya cerrada y queda mucho debate por delante mientras se tramita el proyecto de ley.

Además, la ministra de Empleo insistió en aclarar a la secretaria general de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados que la subida del 0,25% es mínima, y podrá ser mayor cuando vuelva la bonanza económica. Añadió que con esta reforma «nunca ningún gobierno de ningún color va a poder congelarlas».